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Disputa

EE.UU y China comienzan la guerra comercial

Entran en vigor los aranceles de EE UU a productos chinos por valor de 34.000 millones de dólares Pekín ha respondido de forma inmediata con la aplicación de gravámenes por el mismo valor

El presidente de EE UU, Donald Trump
El presidente de EE UU, Donald TrumpSCOTT OLSON (AFP)

El Gobierno de Donald Trump ha hecho efectivo en la madrugada del jueves al viernes la aplicación de los aranceles a la importación de productos chinos por valor de 34.000 millones de dólares, una decisión a la que las autoridades de China han respondido poniendo en marcha medidas de represalia.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Lu Kang, ha anunciado hoy en rueda de prensa que “después de que EEUU activara sus aranceles, las medidas de China se han implementado inmediatamente”. Las autoridades del país asiático habían avanzado que si Washington aplicaba gravámenes dirigidos a productos industriales y tecnológicos, Pekín respondería con la aplicación de aranceles a bienes estadounidenses por el mismo valor de 34.000 millones de dólares.

La primera oleada de aranceles de Washington destinados a 818 categorías de productos importados de China incluye mayoritariamente componentes de la cadena de suministro del sector industrial y tecnológico, pero también apunta a varios bienes de consumo, como bombillas de luz LED y cigarrillo electrónicos, entre otros. Por parte de China, aunque el portavoz de Asuntos Exteriores no ha aportado detalles acerca de los productos estadounidenses afectados, estos serían igualmente bienes industriales y tecnológicos de alto valor añadido.

Según anunció Donald Trump el jueves, en las próximas dos semanas entrarán en vigor otros aranceles a productos chinos por valor 16.000 millones de dólares y amenazó de que si China decía contratacar responderá con otros 200.000 millones primero y otros 300.000 millones después.

El portavoz de Exteriores chino insistió en el discurso que Pekín venía manteniendo de que no está a favor de iniciar una guerra comercial contra Estados Unidos: “no queremos una escalada de fricciones comerciales. Una guerra comercial no beneficiará a nadie”. De igual forma, instó a EEUU a “construir la globalización de forma objetiva y solucionar las disputas de forma adecuada a través del diálogo”.

Consecuencias globales

Los analistas de Bloomberg han calculado que, con estas medidas, el producto interior bruto de China para 2019, que está previsto que crezca un 6,5%, podría sufrir una desaceleración de dos décimas. Asimismo, las medidas arancelarias de China sobre productos estadounidense se traducirán en pérdida de empleos, ralentización de las inversiones y subida de los precios en EE.UU, entre otros.

Para la economista Monica de Bolle, investigadora del Peterson Institute for International Econmics, es el comienzo de la guerra comercial entre China y EE.UU: “Cuando uno castiga y el otro toma represalias, los dos países entran en una guerra comercial. Era esperada: los dos países no están negociando, solo atacando”.

Además de las consecuencias en las economías de ambos países, la guerra comercial entre EE.UU y Cina afectará al funcionamiento del comercio global, tal como han previsto numerosas organizaciones multilaterales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI). Un análisis con el que coincide De Bolle, que explicó que hoy en día el comercio “está muy interconectado a nivel mundial”, por lo que el conflicto económico “creará inestabilidad y aumentará el nivel de alteración en el sistema global”.

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