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El Eurogrupo pacta el carpetazo final a ocho años de rescate en Grecia

La zona euro aplaza hasta finales de este siglo el reembolso de los préstamos Bruselas espera que Atenas pueda financiarse por sí misma a partir de agosto

El ministro de Finanzas griego, Euclid Tsakalotos (izq), conversa con el presidente del Eurogrupo, Mario Centeno (dcha). EFE/ Julien Warnand
El ministro de Finanzas griego, Euclid Tsakalotos (izq), conversa con el presidente del Eurogrupo, Mario Centeno (dcha). EFE/ Julien Warnand

El rescate de los superlativos toca a su fin. Larguísimo, carísimo y en un país paupérrimo. Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro (Eurogrupo) han pactado en la madrugada del jueves al viernes en Luxemburgo la salida de la troika de Grecia tras una intervención que se ha prolongado durante ocho años y que se ha convertido en la mayor operación de salvamento financiero de un Estado soberano de la historia moderna.

"La crisis griega ha acabado esta noche en Luxemburgo. Es un momento histórico para Grecia y para  la eurozona", celebró el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, al concluir la reunión.

Tras más de seis horas de negociaciones, el Eurogrupo ha cerrado a las dos de la madrugada del viernes las condiciones finales del rescate, incluido el colchón financiero (de más de 20.000 millones de euros) que debe ayudar al gobierno de Alexis Tsipras a financiarse durante 22 meses y la prolongación de los plazos de reembolso de los préstamos. En concreto, el Eurogrupo retrasa de 2023 a 2033 el comienzo del reembolso de los préstamos concedidos a Grecia entre 2012-2015 a través del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera y amplía en 10 años (hasta 42) la madurez media de esa parte del rescate, por lo que los pagos se prolongarán hasta finales de este siglo.

Bruselas espera que con esas condiciones, Atenas pueda volver a los mercados y colocar deuda a 10 años, una posibilidad que perdió en 2010.

El Eurogrupo también ha cerrado las condiciones de vigilancia estrecha que se mantendrán sobre Atenas tras el rescate. Sin presencia constante de la troika (CE, BCE y FMI), pero con controles trimestrales para comprobar la evolución de los ajustes y las reformas, con especial atención al sector financiero, lastrado por una morosidad del 43,1%. Bruselas reclama que ese ratio se reduzca al 35,3% antes de finales de 2019.

"Estoy seguro de que lo conseguiremos hoy y de que el 21 de junio de 2018 será una fecha importante para todos nosotros", se mostraba confiado Moscovici antes de la reunión.

El comisario recordó que la crisis de la zona euro arrancó en 2010 con "la crisis de las finanzas públicas en Grecia, por lo que [el final del rescate] significará que la crisis existencial de la eurozona habrá quedado detrás de nosotros".

La debacle estuvo a punto de provocar la salida de Grecia en 2012 y su expulsión en 2015. La zona euro, finalmente, ha logrado mantener su integridad. Pero la factura para lograrlo deja una retahíla de cifras descomunales y un espantoso rastro económico y social.

El rescate se ha tragado casi 400.000 millones de euros entre préstamos de la zona euro y quitas a los inversores privados. Y la economía griega se degradó hasta tal punto que Grecia pasó a ser considerada un país en vías de desarrollo tras perder un cuarto de su PIB.

Los hogares griegos salen de la pesadilla con una caída acumulada del 38,3% en los ingresos disponibles. Y las pensiones han sufrido recortes de hasta el 45%, arrastradas por el desplome de los salarios. Unos sacrificios que han logrado acabar con el déficit público, pero que mantienen al país con una deuda pública del 178,5% del PIB difícilmente sostenible en condiciones normales de mercado.

Bruselas insiste en que Grecia podrá mantenerse a flote porque la mayor parte de su deuda está en manos del fondo de rescate (MEDE) y de los socios europeos, que le aplican unas condiciones muy benévolas de reembolso. "Este año, Grecia se ha ahorrado en intereses 12.000 millones de euros, equivalente al 6% de su PIB, gracias a las condiciones de nuestros préstamos", señaló este jueves el director gerente del MEDE, Klaus Regling.

Los préstamos, sin embargo, mantienen a Atenas en una suerte de "libertad vigilada" que puede resultar políticamente insostenible a largo plazo. Y exponen a pérdidas al contribuyente europeo, que se ha quedado con el 75% de la deuda griega a través de préstamos bilaterales, del MEDE y del BCE. 

Aun así, Bruselas apuesta por el optimismo, a menos de un año de unas elecciones europeas en la que se teme el avance de fuerzas eurófobas. El Eurogrupo, que este jueves ha celebrado el 20 aniversario de su primera reunión (4 de junio de 1998), espera que la conclusión del rescate de Grecia (previsto el 20 de agosto) sirva de simbólico punto final a la primera gran crisis de la zona euro y a toda una década de dudas sobre la supervivencia de la moneda única, nacida en 1999.

"Estoy seguro de que entonces nadie pudo prever la magnitud de las crisis, caídas económicas y sufrimientos que le esperaban al euro en el camino", ha señalado el presidente del Eurogrupo, Mario Centeno. Nadie previó tampoco que el euro se dividiría en trincheras de acreedores y deudores ni que la moneda común sería para algunos ciudadanos poco más que la unidad contable de deudas impagables.

JW01. LUXEMBURGO (LUXEMBURGO), 21/06/2018.- de Economía, Nadia Calviño (dcha), conversa con el ministro de Finanzas italiano, Giovanni Tria. EFE/ Julien Warnand
JW01. LUXEMBURGO (LUXEMBURGO), 21/06/2018.- de Economía, Nadia Calviño (dcha), conversa con el ministro de Finanzas italiano, Giovanni Tria. EFE/ Julien Warnand

Calviño se estrena en Europa con los presupuestos de Rajoy

Primer Eurogrupo, primera maratón negociadora. Nadia Calviño ha asistido este jueves por primera vez como ministra de Economía a la reunión mensual del Eurogrupo. Y la agenda no podía llegar más cargada de temas espinosos y delicados, con Grecia y la reforma de la zona euro sobre la mesa. Las negociaciones sobre las condiciones del final de Grecia se anunciaban largas, tensas y con probable prolongación hasta bien entrada la noche.

Pero la ministra se ha encontrado, además, con el veredicto sobre el proyecto de Presupuestos Generales de España para 2018, presentado por el antecesor de Calviño, Román Escolano. La ministra ha tenido que comprometerse a respetar los objetivos de déficit previstos en ese proyecto (2,2%), aunque ha advertido que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, "trabaja día y noche" para comprobar cómo ha evolucionado la ejecución del gasto durante el primer semestre del año. Bruselas alberga dudas sobre el cumplimiento del objetivo, aunque da por seguro que se quedará por debajo del 3%, por lo que España dejará de estar sometida al procedimiento de déficit excesivo.

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