Tres tendencias de la industria que apoyan la gestión activa
La autora defiende la necesidad de estrategias activas y una gestión activa, incluso en un mundo donde el rendimiento del mercado (beta) puede ser obtenido de forma barata por productos pasivos
La controversia sobre la gestión activa versus pasiva parece haberse vuelto menos emocional y más objetiva. Ambas tienen su derecho a existir. Y hay buenas razones para que las gestoras se posicionen claramente. En nuestro caso, lo hemos hecho: somos una gestora de inversión activa y observamos tres tendencias de la industria a escala mundial que explican el porqué de esta decisión.
La primera tendencia es que la popularidad de las estrategias pasivas en sí misma implica oportunidades para una gestión realmente activa. En renta fija, los beneficios de desviarse deliberadamente de un índice son obvios. Pero aún más oportunidades ofrecen los fondos multiactivos, que en Europa han ocupado el primer lugar en estadísticas de ventas en los últimos 15 años: alrededor de 870 mil millones de euros desde 2002, según un análisis de Allianz Global Investors. Las ventajas de los multiactivos son la diversificación y la flexibilidad integradas, es decir, la capacidad de cambiar de forma activa entre las clases de activos.
Por lo tanto, existe la necesidad de estrategias activas y una gestión activa, incluso en un mundo donde el rendimiento del mercado (beta) puede ser obtenido de forma barata por productos pasivos. Incluso cuando se implementa una estrategia de inversión completamente pasiva, la mayoría de los clientes necesitan soporte "activo". Además, es un mito que el inversor siempre obtenga exactamente el desarrollo del índice asociado con un ETF. Para los ETF en segmentos de mercado menos líquidos, como los bonos high yield, el índice y el ETF divergen en situaciones de mercado ajustado, ya que algunos de los valores que contienen ya no son negociables. La última vez que tuvimos esta situación fue en febrero, y con el BCE saliendo del mercado de bonos corporativos, probablemente lo veamos con más frecuencia. Esto sugiere al menos un enfoque más diferenciado hacia la gestión activa y pasiva de lo que solemos experimentar.
Una segunda tendencia que observamos globalmente es la creciente importancia de la inversión alternativa. Si el rendimiento esperado de la inversión supuestamente segura -los bonos del gobierno con las calificaciones crediticias más altas- es cercano a cero o negativo, el retorno excedente (alfa) es cada vez más importante. El término "alternativo" como una especie de cajón de sastre para todas las estrategias más allá de la renta variable, bonos e inversiones multiactivo plain-vanilla está muy lejos de estar a la altura de la importancia de esta clase de estrategias. A menudo se pasa por alto que el crecimiento de activos bajo gestión en inversión alternativa ha coincidido con el de las estrategias de inversión pasivas en los últimos 15 años, según el Boston Consulting Group. Y la inversión alternativa es gestión activa pura.
La tercera tendencia global es la creciente importancia de los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG). Según la Global Sustainable Investment Alliance* (GSIA), el volumen total de dinero invertido responsablemente aumentó en un cuarto entre 2014 y 2016, a casi 23 billones de dólares y, de éstos, un poco más de la mitad (12 billones) se gestiona en Europa. Es importante en este contexto tener en cuenta que invertir siguiendo aspectos ambientales (A), sociales (S) o de gobernanza (G) no significa que automáticamente se den criterios de exclusión y prohibiciones. Si bien varios clientes están buscando esto o están interesados en la llamada inversión de impacto, para otros clientes el análisis ASG integrado puede ser una salida. Es una alternativa para aquellos que no buscan productos explícitos de ISR pero que desean que se tengan en cuenta los importantes riesgos ASG dentro del proceso de inversión.
El objetivo es identificar y manejar los riesgos ASG que puedan amenazar al precio de las acciones en el proceso de análisis. Además, también deberían aprovecharse activamente las oportunidades de inversión que surgen como resultado de la reorientación de las empresas sobre la base del diálogo con analistas y gestores de carteras críticos. Especialmente en los EE. UU., el análisis ASG integrado ya ha jugado un papel importante durante mucho tiempo, según los datos del GSIA. En Europa, esta alternativa todavía tiene potencial para crecer.
Nuestras numerosas conversaciones con clientes muestran que estas tres tendencias globales están manteniendo muy ocupados a los inversores. Muchos aprecian el valor de la gestión activa integral, sobre todo porque la experiencia muestra que los objetivos de inversión se pierden principalmente debido a estrategias de inversión inadecuadamente establecidas. Por lo tanto, la consulta activa y la gestión activa continuarán siendo esenciales para crear y compartir valor con el cliente.
Marisa Aguilar, directora de Allianz Global Investors en España y Portugal.