La energía verde y las infraestructuras, con el favor de los inversores
Los cambios en las empresas públicas cotizadas no supondrán en ningún caso giros en la cuenta de resultados
Las pocas pistas que ha dado hasta ahora el Gobierno sobre su gestión económica e industrial, condicionadas por la sorpresa con la que ha llegado el PSOE al Ejecutivo y la ausencia de un programa de partido diseñado para unas elecciones que no han mediado para llegar al poder, permiten únicamente asegurar que habrá continuidad presupuestaria, respeto por los pactos cerrados con Bruselas y modificaciones no identificadas en la normativa laboral. Por tanto, para los inversores pocas novedades a considerar, y la confianza en que se mantendrá el crecimiento de la actividad y la generación de empleo.
Sin embargo, sí han ofrecido señales diferentes en materia energética e infraestructuras, aunque en este último caso únicamente con una declaración de principios acerca de la necesidad de incrementar la inversión, no necesariamente suficiente como para cambiar el sesgo del destino del dinero colocado en las grandes cotizadas. En materia energética sí ha trascendido la intención de mantener la remuneración a la energía renovable e incrementar el peso de las energías verdes en el mix de generación del sistema energético nacional.
La reacción ha sido inmediata en los mercados, con alzas importantes en las compañías energéticas más volcadas en la generación limpia, como es el caso de Acciona, o de empresas de pequeño tamaño ligadas a esta actividad, así como de Red Eléctrica.
En el caso de las empresas de gestión pública cotizadas, un simple cambio en los equipos de gestión en absoluto modificará la trayectoria de los negocios, tanto en el caso de Aena como de Bankia. En la primera de ellas se ha retrasado la presentación del nuevo plan estratégico y en el caso de Bankia puede haber un giro en el calendario privatizador de la compañía financiera, que está comprometida con las autoridades comunitarias en el medio plazo. Pero difícilmente pueden influir ambas consideraciones en el atractivo de las empresas para los inversores, dado que si la economía mantiene el ritmo de crecimiento, el negocio y la cuenta de resultados de ambas mantendrá el ritmo.