_
_
_
_

Riotinto, un paisaje marciano con aire inglés

El entorno ha sido esculpido por la mano del hombre La vieja línea de tren desciende hasta la misma orilla del río

El río Tinto a su paso por la estación de Los Frailes.
El río Tinto a su paso por la estación de Los Frailes.Inma Moscardó (Cinco Días)

Un sutil manto verde –el de la escasa vegetación– rompe la casi unidad cromática roja del paisaje de Riotinto (Huelva). Roja es la tierra y roja es el agua del río homónimo que da nombre a esta comarca del sur de España famosa por sus paisajes extraterrestres y por sus yacimientos mineros.

Adentrarse en ella es un viaje en el tiempo en el que no sabrá si se ha teletransportado a Marte, el planeta rojo, o forma parte como convidado de piedra de otra época donde la huella británica permanece indeleble. Un recorrido que no defraudará a los adultos y hará vivir una aventura a los más pequeños.

La abundancia de metales preciosos en esta zona y el alto contenido en sales ferruginosas y sulfato férrico que lleva el río, junto a la escasez de oxígeno, le otorgan un pH muy ácido y son los causantes de este paisaje singular y único en el que los intensos tonos rojizos a ratos se tiñen de naranja y terminan diluyéndose en minúsculas zonas ocres.

Las extrañas formas de este fantasmagórico entorno han sido totalmente esculpidas por la mano –y la codicia– del hombre, aunque parezcan sacadas de otro planeta. Alrededor del curso alto del río Tinto se sitúa el mayor yacimiento minero a cielo abierto de Europa. Un pozo de riqueza –oro, plata, cobre, hierro– que se remonta a más de 5.000 siglos de historia, que fue explotado por tartesios, fenicios cartagineses y romanos, pero que alcanzó su máximo esplendor en manos británicas durante el siglo pasado y hoy está cerrado prácticamente en su totalidad a los trabajos extractivos, pero se ha convertido en un reclamo turístico de la atractiva y desconocida provincia de Huelva.

Antigua línea comercial de tren.
Antigua línea comercial de tren.Inma Moscardó (Cinco Días)

La mejor forma de recorrer y conocer esta bonita zona es un paseo en ferrocarril por la antigua línea comercial de Riotinto, que discurre paralela al cauce fluvial. El tren turístico –11 euros adultos, 10 euros niños hasta 12 años y un nivel de decibelios en sus alocuciones al público por encima de lo soportable– cubre unos 12 kilómetros de bajada de la vieja ruta británica de Rio Tinto Company Limited, en locomotoras y vagones restaurados de la empresa minera.

Los vagones que se utilizan hoy son los que antaño se usaban como de tercera categoría. La visita dura una hora y treinta minutos y antes de emprender el camino de vuelta, en la estación de llegada de Los Frailes podrá bajar mientras se hace el cambio de locomotoras y vías y acercarse a la orilla del río –foto obligada–.

'Yes, sir'

Rio Tinto Company Limited. Los británicos compran las minas en 1873 por 90 millones de pesetas (unos 541.000 euros), crean una compañía y se quedan en la zona hasta 1954.

Tren minero. El popular ferrocarril llegó a contar con hasta 142 locomotoras y más de 3.000 vagones y vagonetas para el transporte de mercancías y personas.

Para hacerse una mejor idea de cómo era la vida en las minas y la de los trabajadores y staff británicos que habitaban en la zona puede completar su recorrido con una visita al Museo Minero Ernest Lluch, donde se recrea una antigua mina romana, y la casa nº 21 en el barrio inglés de Bellavista. Esta casa victoriana recrea el estilo de vida de la época, de sus moradores y de sus aficiones.

Cada vivienda oscilaba entre 750 m2 y 300 m2 de superficie. Las más grandes, para directivos e ingenieros. En las inmediaciones descubrirá pistas de tenis y el club social –tan británico– y muy cerca de la colonia –donde solo vivían ingleses–, el terreno donde jugaban al fútbol. Huelva es la cuna de este deporte en España y el equipo de la ciudad, el Recreativo, el club decano de nuestro país.

Tampoco se puede perder la visita a la Peña de Hierro. Una auténtica mina, hoy en desuso y bien cultural protegido, en la que llegó a haber hasta 12 galerías a diferentes niveles. Al final de uno de los túneles se abre un mirador con vistas a los bancales –escalones horadados en la tierra de los que se colgaban los mineros–. La vista de la corta a cielo abierto de Peña de Hierro es impresionante y uno de los enclaves donde nace el río Tinto.

Si viaja en familia, busca un entorno tranquilo, en contacto con la naturaleza y quiere un alojamiento que le permita pequeñas escapadas, una muy buena opción es el hotel Fuerte El Rompido. Un cuatro estrellas considerado como uno de los diez mejores hoteles sostenibles de España; tiene dos restaurantes –uno especializado en mariscos–, zona de adultos, spa, un Forti Club de animación para niños y cuenta con una privilegiada ubicación.

Playa virgen cerca de El Rompido.
Playa virgen cerca de El Rompido.Inma Moscardó (Cinco Días)

A cinco minutos del pueblo de pescadores El Rompido –con una magnífica oferta gastronómica como la que ofrece el restaurante Casa Palo– y próximo al entorno único formado por las marismas del Odiel, los parajes de los Enebrales y Doñana son ideales para la práctica de deportes como senderismo, ciclismo, paseos a caballo, golf, vela o paseos en barco. Muy cerca, junto a la conocida flecha de El Rompido, hay una playa virgen de 14 kilómetros.

Más información

Archivado En

_
_