La ginebra cántabra que vende en 35 países y es desconocida en España
Siderit vende el 86% de su producción de botellas fuera de España Es la única destilería que se sirve del vidrio en sus equipos de fabricación
Lo que empezó hace cinco años como una aventura de dos amigos a pequeña escala, se ha convertido hoy en una empresa que vende más de 250.000 botellas al año. Siderit, una microdestilería de alma cántabra, situada a pocos kilómetros de Torrelavega, nació de la mano de David Martínez y Rubén Leivas, dos ingenieros de formación que allá por 2013 comenzaron a destilar ginebra en una pequeña planta de 80 metros cuadrados. “Por aquel entonces lanzamos 6.000 botellas. Hoy, debido al crecimiento continuado, acabamos de estrenar una nueva destilería, mucho más grande, que nos permite afrontar la demanda”, cuenta Martínez. Pese a esto, asegura, los dos socios quieren continuar con la esencia que les ha llevado hasta aquí, “y que convierte a nuestras ginebras en especiales”.
La compañía produce cinco tipos de este destilado, y es el proceso de elaboración, puramente artesanal a pesar de la magnitud de sus ventas actuales, el que marca la diferencia respecto a la competencia. La principal curiosidad, cuenta Martínez, es el hecho de contar con un equipo de destilación fabricado exclusivamente a partir del vidrio. “Somos la única planta que utiliza este material. Nos aporta pureza, y tiene la peculiaridad de que se puede limpiar con un alcohol que producimos en la propia destilería”, a diferencia de lo que ocurre con otros alambiques y equipos fabricados con cobre, y que necesitan de productos químicos para su limpieza. “Eso repercute en que el producto final es más puro que el de otras marcas”.
Es la única marca que utiliza un equipo de destilación hecho con vidrio
La conexión con la tierra que les ha visto nacer también es uno de los pilares sobre los que se asienta la compañía. “Por un lado, influye mucho el clima, que no es ni frío ni cálido, con una media de entre 10 y 20 grados, algo que le va muy bien a los destilados. Por otro, estamos muy ligados a los productos de esta tierra”. David Martínez se refiere, en concreto, a la Syderitis Hissopifolia, una planta endémica de la cordillera Cantábrica, conocida como té de roca o de montaña y que además de ser un ingrediente, también da nombre a la marca. “Nosotros utilizamos este té de puerto para que el destilado tenga retrogusto, somos una ginebra muy rara dentro de la categoría dry gin”. Además, en Siderit fueron los primeros, asegura Martínez, en lanzar al mercado ginebras elaboradas con flor de hibisco y jengibre, algo más habitual a día de hoy en el sector.
Todas estas técnicas de elaboración parecen haber dado sus frutos. En estos cinco años, la destilería se mueve en una producción que ronda las 20.000 botellas mensuales, y vende sus productos en 35 países, principalmente del norte de Europa, Europa del Este, Norteamérica y Asia. “Nos han dado muchos premios internacionales y eso nos ha ayudado mucho a expandirnos”. Curiosamente, a pesar de ser un producto de origen cántabro, España es uno de los mercados en los que menos presencia tienen. “Solo un 14% de lo que vendemos se queda aquí, únicamente en Asturias, Cantabria y País Vasco. Para este año tenemos la intención de ampliar mercado y llegar, al menos, hasta Madrid”, apunta Martínez, quien reconoce que la competencia aquí es muy fuerte por la cantidad de agentes que operan en el mercado nacional. “Además, somos relativamente caros en comparación con otras marcas, ya que nos movemos en torno a los 30 euros por botella”.
Pero Siderit no es solo ginebra. Recientemente, los dos socios han incorporado el vodka a su cartera, y también con un punto de diferenciación. “Anteriormente, trabajamos en el sector ganadero. Los dos queríamos elaborar un producto duradero a partir de la leche. Y hemos conseguido dar con una levadura que fermenta la lactosa, con una quíntuple destilación”. El resultado ha sido un vodka elaborado a partir de la leche, que tarda unos seis meses en estar listo y tiene aromas y sabores distintos a los tradicionales. “Los principales compradores de este vodka son Azerbaiyán, Rusia y Ucrania, países que tienen autoridad para hablar de esta bebida. Por eso estamos muy contentos”.