El debate sobre las armas irrumpe en la gestión pasiva
El auge de los fondos indexados ha convertido a gigantes como BlackRock, Fidelity o Vanguard en los mayores accionistas de los fabricantes de armas automáticas de Estados Unidos en plena polémica sobre su uso
La penúltima masacre en un colegio de Estados Unidos ha provocado un efecto bola de nieve en el debate sobre la tenencia de armas en el país. La movilización de los estudiantes ha logrado impulsar la reacción de las grandes compañías estadounidenses.
En casos como el de las aerolíneas United, Delta, la aseguradora Metlife o las empresas de alquiler de coches como Avis o Hertz, se ha puesto punto y final a los descuentos y promociones que realizaban a la Asociación Nacional del Rifle. A su vez, la cadena de venta de artículos deportivos Dick’s Sporting, uno de los mayores vendedores de armas del país, ha anunciado que dejará de vender rifles de asalto como el utilizado en el tiroteo de Parkland (Florida). Walmart, por su parte, ha elevado la edad mínima para acceder a ellas (21 años).
El debate sobre la tenencia de armas ha llegado a Wall Street, donde las grandes gestoras de fondos han reconocido que están analizando sus inversiones. Firmas como BlackRock, Invesco, Vanguard o Fidelity son algunos de los principales accionistas de fabricantes de rifles de asalto en EE UU: Sturm Ruger, Vista Outdoor y American Outdoor Brands, fabricante de la Smith & Wesson que provocó la muerte de 17 personas.
La justificación es sencilla, estas gestoras –convertidas en los grandes dueños de las Bolsas– están especializadas en la gestión pasiva, es decir, en replicar índices. Si un fondo clásico o un fondo cotizado (ETF) quiere replicar un determinado selectivo tendrá que invertir en todas las empresas que lo conforman, fabriquen armas o algodón de azúcar. Y en este caso, los tres valores cotizan en el Russell 2000 de empresas de pequeña y mediana capitalización, que se revalorizó un 13% en 2017.
Por lo pronto, Blackstone ha puesto en marcha una revisión de todos las carteras de sus fondos que tienen estos valores. BlackRock, por su parte, ha anunciado que trabaja en fondos que excluyan a estas empresas y ha asegurado que en ninguno de sus fondos de gestión activa tiene estos valores. Otros como State Street, que ha asegurado que monitorizará la labor de los lobbies –la Asociación Nacional del Rifle es uno de los más fuertes–, han aclarado que trabajarán en “una mayor transparencia en la forma en que apoyarán el uso seguro y responsable de sus productos”. Vanguard, por su parte, ha reconocido que debatirá con estas empresas el impacto de su negocio en la sociedad.
La polémica no solo afecta a las gestoras de fondos de inversión, sino también a las grandes gestoras de pensiones. Según datos del Departamento de Empleo de EE UU, 1.500 millones de dólares de ahorro de los estadounidenses está invertido en los principales fabricantes de armamento y munición. JP Morgan y T. Rowe son, según Reuters, las más expuestas a empresas como Olin, Vista Outdoor, American Outdoor Brands, Sturm Ruger, Remington Arms o Sig Sauer.
Más allá del debate sobre las armas en EE UU, la inversión ética se está convirtiendo cada vez más en la punta de lanza de grandes fondos soberanos, fondos de inversión e inversores activistas. Un ejemplo de ello es el fondo soberano noruego –que gestiona los ingresos de la venta de crudo–, que prevé deshacerse de sus inversiones en combustibles fósiles. Ha vetado además a empresas como BAE Systems, por invertir en armas nucleares y a compañías acusadas de dañar al medio ambiente o de violar los derechos humanos.
Los dueños de los fabricantes de armas
Accionistas de referencia. La mayor gestora de fondos del mundo, BlackRock, es el principal accionista de Stum Ruger con un 16,18% del capital. También lo es de American Outdoor, con un 10,51%, y se sitúa como el segundo mayor inversor de Vista Outdoor, 11,91%, superada en este caso por Fidelity, con el 14,57%, según los datos recopilados por Reuters. Vanguard a su vez ostenta un 9,52% de Sturm Roger, un 9,12% de Vista Outdoor y un 8,33% de American Outdoor. Junto a ellas, están también firmas como First Eagle, Dimensional Fund, State Street, Capital World, Invesco o Citadel. El fondo soberano noruego ha reducido, por su parte, su inversión en American Outdoor un 90% en el último año y vendido un 50% de su participación en Sturm.
El efecto en Bolsa de un ataque. Desde el pasado 14 de febrero, fecha del ataque en un colegio en Florida, las acciones de American Outdoor –fabricante del arma automática utilizada– caen un 12%, las de Sturm Ruger retroceden un 7% y las de Vista Outdoor, un 10%. Unas caídas que se suavizaron el jueves tras la decisión de algunas cadenas de distribución de restringir o endurecer la venta de este tipo de productos. Las acciones de Vista se encuentran en mínimos de diez años y las de American en niveles no registrados desde 2014.