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Estos son los 'valores tóxicos' que boicotea el fondo soberano de Noruega

Norges Bank vende BAE Systems por invertir en armas nucleares Mantiene bajo observación a Endesa por el uso de carbón

Presentación de un modelo de avión de caza diseñado por BAE Systems en la feria de Farnborough (Reino Unido).
Presentación de un modelo de avión de caza diseñado por BAE Systems en la feria de Farnborough (Reino Unido). Getty Images
Laura Salces Acebes

Dañar al medio ambiente, violar sistemáticamente los derechos humanos y fabricar armas nucleares son cuestiones que empiezan a tener un coste para las empresas. El fondo soberano de Noruega, el mayor del mundo, tiene desde hace unos años una lista de empresas prohibidas, aquellas que decide vetar en sus inversiones por no cumplir con sus criterios éticos.

Una lista negra que año tras año va aumentando y que impide a un nutrido grupo de empresas entrar a formar parte de la cartera del Fondo de Pensiones del Gobierno de Noruega, con cerca de 900.000 millones de euros en activos bajo gestión. En España acumula una posición de más de 13.000 millones de euros en la Bolsa y está presente en el accionariado de Viscofan, Meliá, Santander, Inditex, Telefónica e Iberdrola.

En su última revisión, Norges Bank ha decidido excluir a nueve compañías. El contratista militar BAE Systems –con una capitalización de 18.840 millones de dólares–, junto con AECOM, Fluor y Huntington Ingalls Industries han sido vetados por estar involucrados en la fabricación de armas nucleares. Un boicot que se mantiene por ese mismo criterio en el caso de Honeywell International.

Otras cuatro firmas también aparecen en la lista negra. Son Evergreen Marine (Taiwán), Korea Line, Precious Shipping y Thoresen Thai Agencies, y están por los daños que ocasionan al medio ambiente y su sistemática violación de los derechos humanos. Criterio este último que justifica la inclusión de la polaca Atal en el listado.

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Decisiones de inversión al margen de la rentabilidad

 

Frente a los fondos socialmente responsables existe una categoría de carteras dedicadas a invertir en alcohol, tabaco y casinos. Una categoría en la que Vice Fund fue el pionero. Se trata de un fondo creado en 2002 que ha logrado una rentabilidad media anual del 11,5% en los últimos cinco años gracias a sus inversiones en lotería, tabacos, juego y armamento.

Gestoras de fondos como Goldman Sachs, BlackRock u Oppenheimer se han lanzado a ofrecer fondos cotizados (ETF) que inverten en compañías socialmente responsables. Según un reciente estudio de Morgan Stanley más del 85% de los mileniales se muestra a favor de este tipo de inversiones.

 

Norges Bank explica su decisión sobre la base de las recomendaciones de su consejo ético y apunta que antes de adoptar ese veto estudia otras medidas, incluido el ejercicio de sus derechos en el capital.

¿Qué tipo de compañías están incluidas en esta lista negra? Productores de carbón o energía basada en el carbón –un veto que afecta también a los bonos que puedan emitir sus filiales con la excepción de los bonos verdes o ligados a las energías renovables–; fabricantes de munición y de armas nucleares. Un listado en el que se encuentran firmas como Lockheed Martin, Safran, Airbus y su financiera y Boeing.

También incluye fabricantes de tabaco, entre los que están el Grupo Carso –propiedad del multimillonario Carlos Slim–, Imperial Tobacco, propietaria de Altadis, Philip Morris y Altria.

En el listado, hay empresas como el gigante de la distribución Wal-Mart, vetado por violación de los derechos humanos, así como la minera británica Rio Tinto.

Más allá de las firmas vetadas, también hay otras compañías que se mantienen en observación, una categoría en la que se incluye a Endesa, por el uso del carbón, así como a EDP.

El fondo soberano de Noruega no es el único que está adoptando criterios éticos. El mayor fondo de pensiones del mundo, el de Japón, con activos gestionados por 1,2 billones de euros, ha decidido aplicar criterios de inversión socialmente responsable. En este caso, sus gestores han decidido realizar inversiones basadas, no en la exclusión de empresas relacionadas con el carbón, sino en la creación de una economía verde.

Otros como el fondo de pensiones de Suecia, el AP7, anunció en junio que había vendido su participación en seis valores que violaban el acuerdo del clima alcanzado en París. En concreto, deshizo sus posiciones en ExxonMobil, Gazprom, TransCanada, Westar, Entergy y Southern, porque, en unos casos, estas empresas habían luchado para lograr que Estados Unidos votara en contra de los acuerdos por la lucha contra el cambio climático, y en otros casos, por el empeño de sondear en el Ártico en busca de pozos petrolíferos.

Sobre la firma

Laura Salces Acebes
Es jefa de sección de Mercados/Inversión de Cinco Días, donde ha ejercido la mayor parte de su trayectoria profesional. Entre 2017 y 2020 coordinó también la sección de Economía y previamente estuvo especializada en empresas turísticas.

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