Trump alienta una guerra comercial global y arrastra al Ibex a mínimos de 12 meses
El índice cae a 9.531 puntos tras sellar cuatro sesiones a la baja Los nuevos aranceles de EE UU al aluminio y el acero convulsionan los mercados
La renovada política proteccionista de los Estados Unidos de Donald Trump amenaza con abrir una auténtica batalla comercial global que, de momento, ya ha hecho tropezar a los mercados internacionales.
La imposición de nuevos aranceles al acero y al aluminio, anunciadas el jueves por el presidente norteamericano, han puesto en guardia a la Unión Europea, China y Canadá que ya barajan contramedidas a la espera de conocer la letra pequeña de las nuevas barreras comerciales de EE UU.
La convulsión en los parqués se inició en Wall Street, que el jueves perdió el 1,5%, y dio la vuelta al mundo en unas horas. Dejó caídas del 2,5% en países como Japón, dado el peso de su sector siderúrgico y automovilístico, y continuando hasta el Viejo Continente.
El Ibex 35 perdió un 2,13% en la sesión, hasta situarse en los 10.531,10 puntos, su cota más baja en un año, concretamente desde finales de febrero de 2017. Las palabras de Trump han sido la puntilla a una semana en que el Ibex ha cerrado en negativo y con las cuatro últimas sesiones a la baja hasta arrojar un saldo negativo del 2,96%.
Lógicamente, dada su dedicación al sector metalúrgico, dos de los valores más afectados de la Bolsa española han sido Acerinox y Arcelor Mittal, con caídas del 2,37% y el 3,61%, respectivamente. La principal diferencia es que la primera de las firmas tiene una importante producción del metal dentro de las fronteras estadounidenses, cerca del 60% del total, mientras que la segunda apenas cuenta con un 20%, con lo que el grueso de su producción se vería afectada por los nuevos aranceles.
Concretamente, Estados Unidos prevé cargar el acero al 25% y el aluminio al 10%, lo que afecta directamente a sus mayores productores y consumidores. El mercado, sin embargo, ya vivía convulso antes de que Trump abriera la boca debido a la incierta situación monetaria y política.
De un lado, el nuevo presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, tuvo que comparecer por segunda vez esta semana para aclarar que no ve recalentada la economía y que es partidario de una subida progresiva de tipos que no empañe la recuperación después de haber sugerido que impulsará cuatro subidas de tipos en el año, en lugar de las tres previstas.
De otra parte, Europa vive atenta a las elecciones nacionales que celebra Italia el domingo, donde la incertidumbre es máxima ante la profunda división del electorado, y sigue pendiente de la formación de gobierno en Alemania.
En el país germano, los militantes del SPD deben decidir si apoyan un Ejecutivo en alianza con Angela Merkel tras meses de negociación desde los comicios del pasado septiembre.
La libra y el ‘brexit’
Efecto en divisas. La primera ministra británica, Theresa May, dio un giro a su discurso este viernes y, por primera vez, advirtió a los británicos con absoluta severidad de que la consumación del brexit será dura. Después de que Reino Unido haya rechazado las últimas propuestas de la UE, que incluían mantener a Irlanda del Norte en la unión aduanera comunitaria, la primera ministra exigió un mayor papel en la configuración del nuevo acuerdo comercial tras la ruptura pero no escondió sus desventajas. “El acuerdo deberá ser a medida de las necesidades de nuestra economía”, reclamó, para advertir que el divorcio de la UE esconde “verdades duras”. “Estamos abandonando el mercado único, la vida va a ser diferente”, alertó. En este contexto, y mientras el presidente de EE UU, Donald Trump, defendía que las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar para su país, la libra se revalorizó frente a la moneda común y el dólar. En concreto, la libra esterlina se cambiaba el viernes a 1,117 euros y 1,377 dólares. Por su parte, el euro pasó a valer 1,232 billetes estadounidenses.