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La crisis del mercado da atractivo al ‘cash’

Para los gestores de EE UU no será un problema, pero sí para los de la zona euro

Traders en la Bolsa de Nueva York, el pasado viernes.
Traders en la Bolsa de Nueva York, el pasado viernes.REUTERS

Estos días, optar entre bonos o acciones se parece a elegir entre el fuego y la sartén. La subida de los retornos de la deuda de EE UU ayudó a provocar un descenso en el mercado de acciones que se convirtió oficialmente en una corrección. Dado que las políticas fiscales y monetarias podrían perjudicar incluso a la deuda soberana más segura, el efectivo puede convertirse en el más preciado de los activos.

Tanto el S&P como el Dow Jones están en torno a un 10% por debajo de sus máximos históricos del 26 de enero. Eso normalmente provocaría una estampida hacia refugios como los bonos o el oro, pero no se han beneficiado mucho hasta ahora. Los retornos de los bonos a 10 años están estancados cerca de los máximos de cuatro años fijados a principios de la semana pasada. El oro lleva dos semanas cayendo.

Los inversores tienen buenas razones para la prudencia. Los recortes fiscales implican que se espera que el Gobierno emita más deuda. Mientras, el buen ritmo de crecimiento y la evidencia de que suben los salarios aumentan las posibilidades de que el nuevo presidente de la Fed, Jerome Powell, ajuste la política monetaria más de lo que esperaban los inversores a comienzos de año. Eso es malo para la deuda. La perspectiva de subida de tipos también nubla el atractivo del oro, que no ofrece ningún rendimiento.

La escasez de refugios que merezcan ese nombre obligará a los inversores a optar por el efectivo. Ya ha empezado a pasar. De los 30.600 millones de dólares que salieron de las acciones en la última semana de la que hay datos, solo 4.000 millones fluyeron a los bonos y 500 millones al oro. Por contra, la asignación al efectivo ha crecido este mes hasta más del 4,8%, desde el 4,4% de enero.

Puede que tener dólares no sea un problema para los gestores de EE UU, que al menos ganarán un pequeño interés con los depósitos, pero es un dolor de cabeza para los de la zona euro, ya que el tipo de depósito del BCE sigue siendo negativo. Para cualquiera fuera de EE UU, tener dólares aumenta el riesgo de que se debilite frente a otras grandes divisas. Para los inversores que se han acostumbrado a ganar dinero independientemente de si compraban acciones o bonos, son tiempos difíciles e inciertos.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías.

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