El doble rasero de Lloyds con las criptomonedas
La entidad prohíbe a sus clientes comprar bitcóins, pero no otro tipo de apuestas
La prohibición de Lloyds Banking Group de que sus clientes con tarjetas de crédito compren bitcóins es parte de una reacción más amplia contra las criptomonedas. Los prestamistas están protegiendo a los clientes frente a posibles pérdidas, mientras tratan de evitar futuras multas. Y eso hace que la precipitada adopción de bitcóins por los mercados financieros chirríe todavía más.
El banco inglés no es el primero en prohibir las tarjetas de crédito para la compra de bitcóins. Varios bancos estadounidenses han adoptado prohibiciones similares. Lloyds tomó la decisión basándose en la protección de sus clientes, ya que el valor del bitcóin, que se multiplicó por 10 el año pasado llegando a los 19.000 dólares, se ha reducido a más de la mitad. Los préstamos basura son una preocupación legítima. La Autoridad de Conducta Financiera de Reino Unido ya ha hecho advertencias sobre los riesgos de invertir en criptomonedas, que siguen sin estar reguladas y, por tanto, no ofrecen ninguna protección a los inversores.
Sin embargo, la justificación de Lloyds también ha revelado la confusa mentalidad sobre la especulación de las criptodivisas. Los clientes no se enfrentan a tales restricciones cuando apuestan en carreras de caballos, partidos de fútbol o resultados electorales en las casas de apuestas británicas. La preocupación por los clientes minoristas también contrasta con el entusiasmo de la Bolsa de futuros de Chicago, donde el bitcóin comenzó a operar el año pasado.
Lloyds tomó la decisión para proteger a sus clientes de posibles pérdidas y para evitar futuras multas
Su magnetismo se debe a que sirve como alternativa a las monedas fiduciarias y a que permite el anonimato de sus titulares. También es atractiva para los delincuentes que quieren lavar dinero negro, y supone una gran preocupación para los prestamistas responsables de vigilar los fondos que fluyen por sus sistemas. En Reino Unido, los bancos han desembolsado 320.000 millones de dólares en multas por mala conducta desde 2008 y han gastado otros miles de millones más para mejorar el cumplimiento y conocer la identidad de sus clientes. Cuanto mayor sea el interés de los inversores por las criptodivisas, más motivos tendrán los bancos para actuar lo mejor posible.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Elisa Castillo Nieto, es responsabilidad de CincoDías.