Los tres mercados emergentes más prometedores para el sector automoción
República Checa, Marruecos y Vietnam destacan en un informe de Crédito y Caución Comparten una demanda interna robusta y fortaleza exportadora
República Checa, Marruecos y Vietnam son los tres mercados emergentes que ofrecerán mayores oportunidades de negocio a los fabricantes de vehículos en 2018, de acuerdo con un reciente estudio de Crédito y Caución.
Los tres forman parte de un grupo de nueve países que la compañía de seguros de crédito ha identificado como los menos vulnerables a un endurecimiento de la política monetaria de EE UU o una desaceleración rápida de China. Los otros seis son Colombia, Costa Rica, India, Indonesia, Panamá y Senegal.
Pero en el desagregado por sectores, son República Checa, Marruecos y Vietnam los mercados más prometedores para la automoción.
República Checa es el segundo país con mayor producción de automóviles per cápita del mundo, tras Eslovaquia, con 118 unidades por cada 1.000 habitantes, y el quinto productor europeo, con 1.349.896 vehículos en 2016 (un aumento interanual del 8,3%), de los cuales 1.344.182 fueron coches y 5.714, autobuses y camiones.
La automoción es el sector más importante del país y basa su competitividad en sus menores costes laborales (10 euros la hora) frente a Alemania (38), Francia (37,6) o España (23,3), su experiencia industrial, estabilidad política y ubicación estratégica de cara a abastecer de vehículos y componentes al este de Europa. De hecho, en el país operan casi 30 fábricas de proveedores españoles de componentes.
Como destino, en 2017, España exportó 27.896 vehículos al mercado checo, mientras que en el segundo cuatrimestre del año (de mayo a agosto), la industria española de componentes realizó envíos por 165 millones de euros. Este valor representó un crecimiento del 20,2%, uno de los más altos del periodo, y posicionó al país como el séptimo destino europeo.
Debido a que las perspectivas económicas de la UE, el principal mercado de las exportaciones checas, son buenas, Crédito y Caución afirma que el país tiene una perspectiva favorable en 2018. “Las ventas son sólidas, los plazos de pago y los márgenes son estables. Y las insolvencias son bajas”, dice en el estudio.
De Marruecos, el informe solo destaca que las ventas de sus automotrices también están muy orientadas a la UE. El país es el segundo productor más grande de África después de Sudáfrica. En 2016 ensambló 345.106 vehículos (un crecimiento interanual del 19,7%), acercándose a su objetivo para 2020 de 400.000 unidades al año.
Marruecos ha conseguido en pocos años que la automoción se convierta en uno de los motores de su economía gracias a la captación de inversión extranjera. En 2012 atrajo a Renault, que cuenta ya con dos líneas de producción del modelo Dacia en Tánger, además de la factoría de su filial Somaca en Casablanca, donde ensambla el Kangoo, Logan y Sandero.
Las cifras
165 millones de euros exportó el sector español de componentes a República Checa entre mayo y agosto de 2017.
16.910 vehículos envió España a Marruecos en 2017, según Anfac, cantidad muy similar a la de 2016 (16.653).
7,9 millones de euros exportó en 2016 la industria auxiliar española a Vietnam, de acuerdo con Sernauto.
A mediados de 2017, PSA empezó la construcción de una fábrica en la zona franca de Kenitra, que tendrá capacidad para 200.000 coches y motores al año y que será inaugurada en 2019. Esta inversión ha atraído al país a proveedores de componentes como la catalana Ficosa, que instalará una factoría cerca de Rabat para abastecer de retrovisores y sistemas de comunicación a PSA, y la gallega Izmar, especializada en contenedores, carros y mobiliario industrial.
Los centros de estas empresas se sumarán a las alrededor de 15 plantas españolas que ya operan en el país, primer mercado fuera de Europa del sector auxiliar, con 858 millones en 2016, según Sernauto.
Rafael Sterling, director de negocio internacional de Irizar, fabricante de autocares implantado en el país desde 1996, confirma que Marruecos ofrece “muchísimas” oportunidades al sector, pero echa de menos reformas que reduzcan la dependencia energética de su economía del gas y crudo importado, que simplifiquen el tratamiento fiscal de la repatriación de dividendos y que mejoren la formación de su mano de obra. “La mayoría de operarios no hablan francés, lo cual dificulta la comunicación”, precisa.
Sterling cuenta que la empresa guipuzcoana decidió abrir una fábrica en el país porque combinaba dos factores: un mercado interno con gran potencial de crecimiento y una buena localización para exportar a la Unión Europea, con la que Marruecos tiene firmado un acuerdo de libre comercio desde 2000, y otros países de África.
Irizar entró en el país a mediados de los noventa, pero en 2008 construyó una nueva fábrica en la localidad de Shkirat, a mitad de camino entre Rabat y Casablanca. Desde entonces la compañía ha invertido unos 15 millones de euros en su operación marroquí. La filial ha exportado autocares bajo demanda a muchos países europeos (Alemania, Italia, Chipre, Israel, Portugal, Francia, Dinamarca, la misma España) y en ocasiones puntuales a países africanos como Senegal y Burkina Faso.
"Afortunadamente, la situación política es muy estable y no se ha visto afectada por las revueltas que se han producido en otros países de la zona, principalmente durante la primavera árabe", declara. Sobre la presencia del Estado Islámico en el país, mantiene que "es un riesgo potencial que tenemos que poner en su justa medida". "Hasta la fecha nunca hemos tenido un problema por motivos políticos, sociales o religiosos", subraya.
Vietnam, según Crédito y Caución, se está convirtiendo en un mercado cada vez más importante para la venta de coches, incluidos los de lujo. Debido a la falta de proveedores, es probable que su dependencia de las importaciones siga siendo alta, advierte. En 2016, el país asiático ensambló 236.161 vehículos, un repunte del 37,5% frente a 2015. Pero está muy lejos de los grandes jugadores de la región, como China, Japón, India o Corea del Sur, que producen por millones.
El tratado de libre comercio cerrado por Hanói con Bruselas, aún pendiente de ratificación, eliminará en un periodo de entre siete y diez años los aranceles a los vehículos europeos, que actualmente varían entre el 50% y 70%.
“En 2016 exportamos a Vietnam equipos y componentes por valor de 7,9 millones de euros, lo que muestra el potencial de crecimiento que tenemos allí”, comenta María Begoña Llamazares, responsable de mercados de Sernauto.