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Automóvil

El Gobierno pide "responsabilidad" para lograr mantener los 8.000 empleos de Opel en Figueruelas

Asegura que la fábrica es esencial para la "economía aragonesa"

Concentración en la planta de Opel en Zaragoza
Concentración en la planta de Opel en ZaragozaJAVIER BELVER (EFE)

El ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos, ha pedido a las partes que "pongan toda su empeño" en llegar a un acuerdo que permita mantener el funcionamiento de la planta de Opel en Figueruelas (Zaragoza) y atraer nuevas inversiones.

Guindos, en declaraciones a los medios y a punto de expirar el plazo que habían acordado dirección y el comité de empresa para lograr un acuerdo sobre la negociación del convenio, advierte a los negociadores de que la industria del automóvil es "esencial" no solo para la economía aragonesa sino para el conjunto de España, por su apuesta por la I+D+i, el empleo de calidad, la capacidad de atracción de inversión extranjera y el dinamismo exportador.

"Espero que se consiga un buen acuerdo que permita mantener el plan de inversiones y el empleo del grupo PSA en la planta de Figueruelas y el desarrollo de un proyecto industrial estable y competitivo a largo plazo", reiteró el ministro, que indicó que el Gobierno está siguiendo "muy de cerca" las negociaciones entre PSA y los sindicatos.

Por su parte, la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, ha pedido "responsabilidad y compromiso" para asegurar el plan industrial de Opel en Figueruelas (Zaragoza) y para mantener los 8.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, que genera la factoría.

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En declaraciones a Europa Press Televisión, Báñez solicitó esta actitud de las partes involucradas para que salga adelante el plan industrial y para que se pueda mantener la carga de trabajo en la factoría del Grupo PSA en Zaragoza.

"Lo más importante es que se puedan conservar los cerca de 8.000 empleos, entre directos e indirectos, y con ello mantener a un sector que tiene mucha competitividad en España y que está dando muchas oportunidades de empleo en los últimos años", aseguró Báñez.

Por ello, la titular de la cartera de Empleo solicitó una "generosidad responsable" y se mostró confiada en que en la reunión de este martes se va a alcanzar un acuerdo que sirva para que una empresa, como el Grupo PSA, pueda seguir trayendo nuevos modelos a España y continúe teniendo esa capacidad productiva y competitiva que hay en el sector del automóvil.

"Pido responsabilidad y generosidad. Sé que lo pueden hacer, tanto la empresa como los representantes de los trabajadores, sé que están negociando. Hay veces en las que esa negociación no es fácil, pero el resultado final va a ser ganador para todos", subrayó.

La dirección y el comité de empresa de PSA-Opel en Figueruelas (Zaragoza) siguen negociando contrarreloj para lograr un acuerdo de convenio colectivo que, en caso de no alcanzarse, supondría la paralización de las actividades relacionadas con la fabricación del nuevo Corsa y un mazazo para la economía aragonesa.

A las 8:30 de la mañana de este lunes ha comenzado la reunión entre ambas partes para seguir negociando un acuerdo en el último día antes de que expire el plazo marcado por la empresa para cerrar el convenio colectivo, el primero desde que la planta fue adquirida por el grupo PSA.

Este fin de semana, se han producido algunas concentraciones de trabajadores, convocados por las redes sociales, para demostrar que están "unidos" por un convenio "justo".

Allí han recordado que son "una plantilla que siempre ha cumplido", han exigido a la empresa una "reacción positiva" y han expresado su deseo de poder trabajar "con su salario digno, en condiciones y no precariamente".

El sábado, los afiliados dejaron claro en las asambleas convocadas por los sindicatos que los "acercamientos" alcanzados el viernes en un encuentro de más de doce horas eran "insuficientes".

En esa reunión, PSA-Opel propuso una congelación salarial para los dos primeros años de convenio, en vez de tres, y para los dos siguientes una subida del 50 % del índice de precios de consumo (IPC), que antes era de tres años, aunque mantenía el 10 por ciento de rebajas "en todos los pluses", según informaron fuentes sindicales.

Se llegó también a un "redactado" en cuanto al plan industrial que demandaban los sindicatos, y que recoge la instalación de modelos e inversiones si hay un acuerdo competitivo, y se avanzó en el plan de rejuvenecimiento, que también reclaman.

Junto a estos puntos, consideran irrenunciables los sindicatos la recuperación del contrato de relevo para los nacidos en 1957, la contratación de los eventuales que han salido de la planta y un acuerdo de condiciones para los trabajadores de los niveles 6 y 7.

Ese encuentro se celebró el viernes después de que el presidente aragonés, Javier Lambán, mediara entre las partes y las instara a retomar las negociaciones que el comité de empresa había acordado suspender si la empresa no abordaba estos puntos, y de que PSA Opel anunciara la paralización de todas las actividades relacionadas con la fabricación del nuevo Corsa en la planta y las inversiones vinculadas a nuevos modelos.

De estas últimas horas de negociación antes de que expire del plazo límite marcado por PSA-Opel para el acuerdo depende, por tanto, que retire esta amenaza.

Una amenaza que supondría un varapalo para la planta, ya que el Corsa supone más de la mitad de la producción, y también para las empresas auxiliares y la economía aragonesa, por el peso que representa el sector del automóvil.

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