Así han impulsado las compras de deuda del BCE el crédito a las empresas españolas
Las grandes empresas redujeron su demanda de crédito, que se redirigió a pymes El Banco de España afirma que esas compras también elevaron la inversión
La compra de deuda corporativa del BCE ha provocado una conocida rebaja de rentabilidades de los bonos de deuda privada y también una serie de efectos colaterales menos visibles pero también de importante calado, que pasan por el descenso de la demanda de crédito por parte de las grandes corporaciones y por un aumento de la financiación bancaria a las pymes. Estas son las conclusiones de un análisis del Banco de España sobre los efectos de ese programa de compra de bonos corporativos, que a cierre de 2017 alcanzaba una cuantía de compras de 132.000 millones de euros, a razón de unos 7.000 millones de euros al mes desde su inicio, en junio de 2016.
El BCE decidió lanzar ese programa como una medida más dentro de los estímulos con los que alejar el riesgo de deflación y de paso, mejorar las condiciones de financiación empresarial y la reactivación del crédito. Las empresas con emisiones de deuda que cumplían las características marcadas por el BCE para su compra –ser grado de inversión, con un horizonte de amortización de 6 meses a 31 años y rendimiento superior a la facilidad de depósito- vieron de inmediato descender la rentabilidad de sus bonos, lo que abría la puerta al abaratamiento de su coste de financiación.
Así, el rendimiento de esos bonos descendió desde el anuncio del programa, en marzo de 2016, a mediados de abril de ese año en 44 puntos básicos, a niveles próximos a los de la deuda pública. En el semestre posterior al anuncio de las compras de deuda corporativa, se disparó el número de emisiones. En concreto, 33 empresas españolas realizaron colocaciones de deuda en el mercado, 11 de ellas por primera vez, lo que duplica el número de nuevos emisores del semestre anterior. Y esa actividad emisora se extendió también al resto de emisores, también aquellos cuya deuda no compraba el BCE y que elevaron en ese semestre sus colocaciones un 6%. De hecho, tras la caída provocada por el BCE en la rentabilidad de los bonos corporativos con grado de inversión, los inversores comenzaron a buscan rendimiento en bonos high yield o de mayor riesgo, una tendencia que dura hasta hoy.
Pero el efecto del programa del BCE tiene también un reverso importante en la concesión de crédito bancario a las empresas españolas. Con los fondos obtenidos en las emisiones de deuda, esas compañías emisoras, por lo general grandes empresas, empezaron a reducir su demanda de crédito bancario, según confirma el Banco de España. “Por su parte, las instituciones de crédito residentes respondieron desplazando su oferta de crédito hacia otras empresas que no tienen la misma facilidad para la emisión de bonos y que normalmente son de menor tamaño”, explica el Banco de España.
En concreto, por cada punto porcentual que aumentó su saldo de bonos emitidos entre febrero y junio de 2016, las empresas emisoras redujeron su crédito bancario en un 0,44%. En paralelo, la oferta de crédito bancario total al conjunto de empresas no emisoras aumentó en 3.450 millones de euros en los tres meses posteriores al anuncio del programa de compra de deuda corporativa del BCE. Por cada euro que descendió el crédito a una empresas que había emitido bonos comprados por el BCE, 48 céntimos se redirigieron a créditos a empresas grandes, 15 céntimos a empresas medianas y otro 15 a pymes y micropymes.
La mayor financiación bancaria a pequeñas y medianas empresas se vio además amplificada por el efecto de las subastas del BCE de liquidez condicionada a la concesión de crédito. El Banco de España estima que una entidad que ya había obtenido liquidez en una de estas subastas con anterioridad al anuncio de las compras de deuda corporativa aumentaría su crédito a empresas en un 16%, frente al 8% de aumento en otra que no lo hubiera hecho.
El Banco de España también explica que, en el caso de las empresas beneficiadas indirectamente con nuevos créditos, aumentaron su inversión real. Hasta el punto de que el programa de compras de deuda privada es responsable del 20% de la nueva inversión en el trimestre posterior a su anuncio.