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La caída en la creación de empresas catalanas se centra en industria, sanidad y finanzas

El descenso interanual en el último trimestre de 2017 supera el 30% en algunos sectores La constitución de sociedades cae un 15,3% durante el año pasado en la comunidad

Empresas Cataluña
Alejandro Meraviglia

Por cada firma catalana que se va por culpa de la crisis política, otras tantas desisten de instalarse o retrasan sus planes para un futuro mejor. La constitución de nuevas empresas en Cataluña registró una caída en un último trimestre del año por primera vez desde 2011. Y el golpe no ha sido suave: entre octubre y diciembre pasado, 3.945 sociedades se anotaron en el registro mercantil, un 18,4% menos que en el mismo período de 2016, según la agencia de rating Axesor; mientras que en Madrid, Valencia y Andalucía, el descenso fue de apenas un 1,4%. Las actividades sanitarias, la industria manufacturera y el sector financiero han registrado duras caídas.

“Vemos que en los datos referidos al último trimestre ha pesado el escenario político. La incertidumbre ha dificultado la seguridad jurídica”, afirma Salvador Guillermo, director del departamento de economía de Fomento del Trabajo, la patronal catalana. “Cuando no se sabe lo que va a ocurrir mañana, los empresarios tiene una actitud más prudente, de cierta contención”.

Los datos respaldan esta tesis, y ponen el acento sobre algunas actividades. La creación de empresas sanitarias y de servicios sociales se desplomó un 41,4% interanual en el último trimestre de 2017. La creación de empresas de la industria manufacturera, motor tradicional del dinamismo catalán, sufrió un descenso del 34,1%. El sector financiero, que incluye tanto a los bancos como a las firmas de asesoramiento y gestión, ha retrocedido un 31,3%; la hostelería, un 19,9%; la construcción, un 14%. El descenso interanual, para el conjunto de las actividades durante todo 2017, fue en Cataluña del 15,3%, lo que representa 3.394 firmas constituidas menos que en 2016.

“Es un dato negativo, que puede ir en la línea de que la creación de empresas y las decisiones de inversión son muy sensibles a la incertidumbre”, afirma Josep Comajuncosa, profesor de Economía de ESADE. Para tener una visión completa de la situación, se deben observar también otras variables, “algunas que incluso están evolucionando bien, como el crecimiento del PIB, con cifras similares a la media española”, asegura Comajuncosa.

Los emprendedores, que en los últimos años se habían volcado con entusiasmo a la creación de nuevas empresas, ahora se mueven con extrema cautela, atentos a todas las señales. Muchos incluso han paralizando sus inversiones desde junio, cuando el presidente Puigdemont anunció la celebración del referéndum. En medio de un clima enrarecido, la caída en la constitución de empresas alcanzó, entre julio y septiembre, el 26,1% interanual.

Desde Cecot, patronal catalana de pymes, miran la caída con cierto escepticismo. “En el mejor de los casos, la cifra del registro mercantil refleja la mitad de la actividad”, afirma Albert Colmener, director de creación de empresas. “Cuántas empresas se crean es poco relevante. Hay que observar cuántas se mantienen, cuantas crecen y la tasa de supervivencia de tres a cinco años, porque enseñan tendencias consistentes”, asegura Colmener.

Por su parte, la Cámara de Comercio de Barcelona alertó de que la tensión política ya ha paralizado inversiones. A medio plazo, si la incertidumbre continúa, “afectará también al empleo y hará perder oportunidades de inversión, con un impacto sobre el PIB”, reconocen desde la entidad.

La pregunta, para muchos emprendedores, es cuánto tiempo tardará en despejarse la incertidumbre. “En la medida en la que se normalice la vida política, la evolución macroeconómica se normalizará de forma rápida”, asegura el profesor Comajuncosa. Por lo pronto, las señales son confusas, y muchos quedarán a la espera de que el viento finalmente cambie de dirección.

El gigante cárnico Vall Companys se traslada a Madrid

 

Inversiones Fenec SL. El grupo propietario del gigante cárnico Vall Companys, que factura unos 1.500 millones de euros, trasladó su cede social de Barcelona a Madrid.

Una larga historia. Fundada en 1956, la empresa dispone de 1.900 granjas asociadas que producen 340.000 toneladas de carne de porcino, 115.000 de carne avícola y 13.000 toneladas de jamón crudo, entre otros productos.

Fuga de empresas. Entre el 2 de octubre y el 29 de diciembre pasado, 3.208 empresas tramitaron el traslado de su cede social fuera de Cataluña, según los últimos datos del Colegio de Registradores.

La coyuntura económica. “La inversión extranjera está paralizada. Muchas empresas que se han ido no van a volver. Algunas también van a deslocalizar su producción. Y los que iban a invertir, no invierten”, asegura Josep Bou, presidente de la asociación Empresarios de Catalunya, que aglutina a más de 500 profesionales. “La economía catalana está en una situación de espera, y eso no es bueno”.

 

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