BBVA lleva el escáner de ojos del cine a la vida real
El banco lanza una tecnología que hasta hace poco parecía ciencia ficción: la autenticación biométrica por iris
BBVA presentó recientemente un sistema que permite a los clientes que disponen de ciertos modelos de smartphone acceder a su cuenta bancaria a través del reconocimiento biométrico por iris. De este modo, gracias a una alianza con Samsung, la entidad ha hecho posible una tecnología que hasta hace poco era patrimonio exclusivo de la ciencia ficción y que, aunque ahora nos asombra por inusual, muy pronto resultará una práctica tan común y cotidiana como retirar dinero del cajero o pagar con tarjetas sin contacto.
El escáner de ojos es un procedimiento con el que ya estamos familiarizados gracias al cine fantástico, que lo ha explotado como recurso tecnológico en algunas películas (aunque no tanto como el reconocimiento de las huellas dactilares), incluyendo filmes de culto, que repasamos a continuación.
Blader Runner (1982)
Los Ángeles, 2019. Los avances de la ingeniería genética han hecho realidad la fabricación de androides idénticos a los humanos, a los que se emplea como esclavos en colonias marcianas. A raíz de un motín espacial, estos replicantes, como se les conoce en la película, son declarados ilegales.
Debido a su apariencia humana, la única forma de identificarlos es someterlos a una máquina de la verdad, una especie de polígrafo que mide la reacción corporal a una serie de preguntas, incluyendo la respiración, el rubor, el ritmo cardiaco y el movimiento de la pupila. Los replicantes no son capaces de empatizar con las situaciones que se le proponen en las preguntas. Si su pupila, por ejemplo, no cambia de tamaño de manera instantánea ante el estímulo emocional, que sería lo normal en un humano, quedará al descubierto.
Star Trekk II: La ira de Khan (1982)
En el siglo XXIII, el almirante Kirk se somete a una exploración de retina para poder participar en una videoconferencia de carácter confidencial sobre el proyecto Génesis, una máquina capaz de generar vida en un planeta estéril en cuestión de horas.
Minority Report (2002)
Steven Spielberg contrató a un grupo de científicos para que le ayudasen a recrear con realismo el año 2054. En su proyección, los sistemas de vigilancia policial se han refinado tanto que son capaces de escanear los ojos de los transeúntes en todas partes e identificarlos de manera automática: a la salida del metro, en la entrada de los edificios, en la calle…
La imposibilidad de escapar a este control omnipresente obliga al fugitivo encarnado por Tom Cruise a someterse a un trasplante clandestino de ojos.
Misión Imposible: Protocolo Fantasma (2011)
El reconocimiento biométrico del iris es utilizado por la CIA para identificar a los espías de la Fuerza Misión Imposible, de manera que solamente ellos puedan acceder a los mensajes que contienen sus instrucciones y que, luego de ser escuchados, “se autodestruirán en cinco segundos”.
En la cuarta entrega de la serie protagonizada por Tom Cruise, el agente Ethan Hunt acerca sus ojos al lector del sistema hasta en dos ocasiones: para poder desbloquear el video oculto en una cabina telefónica y, más adelante, para abrir el vagón de un tren donde lo esperan sus compañeros de equipo y armamento.
La vida real (2017)
BBVA se convierte en el primer banco español que ofrece a sus clientes la tecnología de escáner de iris de Samsung, que verifica la identidad del usuario y le da acceso a sus cuentas, garantizando la máxima seguridad y evitando la necesidad de recordar identificadores y complejas contraseñas para iniciar sesión. El cliente solo debe disponer de un modelo compatible con esta tecnología: el Samsung Galaxy S8, S8+ y Note 8.
“Si los clientes compran un dispositivo que ofrece determinadas prestaciones es porque las quieren usar”, justifica Raúl Navarrete, responsable de canal móvil de BBVA España, la decisión del banco de invertir en este sistema. El método de autenticación desarrollado por Samsung es uno de los más seguros, ya que los patrones de cada iris son la contraseña más inequívoca.
En caso de robo o pérdida del teléfono no hay de qué preocuparse. Las credenciales biométricas se almacenan en el dispositivo utilizando la plataforma de seguridad Samsung Knox, que guarda esta información en la Trust Zone, un área segura basada en el hardware del terminal. Como Samsung monitoriza el dispositivo en tiempo real es capaz de detectar si existe cualquier vulnerabilidad y, de ser así, el acceso a las credenciales biométricas queda imposibilitado.
Para utilizar esta tecnología no es necesario embarcarse en la nave Enterprise o enrolarse en la Fuerza Misión Imposible. Solo es necesario autenticarse con Samsung Pass, configurar el iris en el terminal y después en Perfil y Ajustes dentro de la aplicación de BBVA. Previamente el cliente de la entidad deberá haber descargado la última versión de la app que estará disponible en Google Play.
Inicialmente, esta tecnología servirá solo para acceder a la cuenta, no para realizar operaciones. Pero en un futuro no muy lejano quizás podamos comenzar a firmar documentos y operaciones con nuestro iris.