Los catalanes deciden: fin de viaje o nueva etapa del ‘procés’
C’s es el primer partido ajeno al catalanismo con posibilidades de ganar La república que prometió el soberanismo, hoy se ve más remota
La primera y única vez que Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) ganó unas elecciones autonómicas fue en 1932. Ciudadanos obtuvo por primera vez representación parlamentaria en Cataluña en 2006, cuando logró el 3% de los votos y tres escaños. Hoy, estos son los dos partidos que se juegan ser la formación más votada, según apuntan todas las encuestas. Consecuencias del procés, que ha polarizado como nunca antes unos comicios que se juegan totalmente en el campo identitario y que se ha llevado por delante a la vieja Convergència –hoy PDeCAT- como partido hegemónico del nacionalismo catalán. El tradicional eje izquierda-derecha ha quedado totalmente difuminado en estas elecciones. Solo así se entiende que alguien como Ramon Espadaler, el último secretario general de la desparecida Unió Democràtica de Catalunya se haya sumado a la lista de un socialista como Miquel Iceta.
En una Cataluña que vive inmersa en la excepcionalidad, con cabezas de lista en la cárcel o en el extranjero, Ciudadanos podría ser la primera formación ajena al catalanismo político que gana las elecciones. Tanto la Convergència de Pujol y Mas como el PSC de Maragall y Montilla se enmarcan en una tradición catalanista que la formación naranja combate. Una victoria de Ciudadanos, aunque solo sea en porcentaje de voto, supondría un revés para las formaciones soberanistas.
Para la gobernabilidad, no resulta tan relevante quien obtiene más votos sino qué bloque logra más escaños. El bando independentista –ERC, Junts per Cataluña y la CUP– frente al constitucional –Ciudadanos, PSC y PP–. A medio camino, con su propuesta de referéndum pactado se encuentra Catalunya en Comú-Podem.
La cabeza de lista de Ciudadanos, Inés Arrimadas, será probablemente la candidata más votada en el bloque constitucional, sin embargo, todo indica que debería lograr el apoyo de PSCy PP para gobernar y también la abstención de los comunes. Y esta es la parte improbable de la ecuación. Es Iceta quien a priori parte con mayores opciones dentro del bloque constitucional para lograr una mayoría parlamentaria. El líder del PSC ya ha dicho que su intención es presentarse a la investidura.
Es improbable que los dos bandos dejen de lado la caricatura que han hecho del otro y busquen una salida
Dentro del soberanismo, la unidad inicial se ha ido resquebrajando y han aparecido las primeras grietas entre el líder de ERC, Oriol Junqueras, que sigue en la cárcel de Estremera, y el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que se fue a Bruselas para sortear a la justicia española. Si las elecciones fueran un reflejo de los estados de ánimo, el soberanismo perdería terreno. Es lógico. Según la hoja de ruta prometida, Cataluña como estado independiente debería ser prácticamente una realidad y, en cambio, hoy la república se ve más improbable. Tras el clímax de la votación del 1 de octubre, la realidad se impuso. El independentismo no cuenta con apoyos internacionales, los socios de la Unión Europea apoyarán antes a su igual y una cosa es que los viejos Estados-nación anden algo perdidos en el mundo globalizado y otra distinta que se puedan romper tan fácilmente.
Si las encuestas aciertan, ni el bando soberanista ni el constitucionalista lograrán los escaños suficientes para gobernar y, ante la probable indefinición de los comunes –que insisten en formar una mayoría de izquierdas que ni ERC ni PSC quieren–, el escenario de una repetición de elecciones gana enteros. Ante el hipotético bloqueo, la posibilidad de que los dos bandos dejen de lado la caricatura que han hecho del otro y se miren a la cara para encontrar una salida parece hoy lejana.
Claves de la cita electoral
Censo.5.554.394 catalanes están llamados a votar en las elecciones de hoy para elegir 135 diputados. Así la mayoría absoluta se logra con 68 escaños.
Exterior. Los votantes desde el extranjero han llegado a 39.521 personas, un 85,5% más que en los anteriores comicios. En cambio, el voto por correo ha bajado un 26,5% hasta los 78.876 sufragios. El hecho de que las elecciones se celebren en día laborable explicaría la caída del voto por correo.
Participación. Todas las encuestas coinciden en que la participación será la más elevada de la historia. Podría superar el 80% y algunos estudias llegan a situarla en torno al 90%. En las anteriores elecciones, en 2015, la participación alcanzó el 74,95%, el mayor porcentaje registrado en unas elecciones autonómicas.
Antecedentes. Desde la reinstauración de la democracia, Cataluña ha celebrado once elecciones autonómicas. CiU ganó en escaños todos los comicios entre 1980 y 2012. El PSC venció en porcentaje de voto en 2003 y 1999.