La rentabilidad de las pymes aumentó en 2016 en todos los tamaños
Crecen tanto las cifras de negocio como el beneficio neto de las empresas, sobre todo entre las micropymes
Un estudio denominado ‘Las pymes españolas con forma societaria 2011-2015 y avance 2016', elaborado por el Colegio de Registradores, desvela cifras positivas en materia de rentabilidad a todos los tamaños de pymes existentes en España durante el último ejercicio. Las cifras, según el documento publicado por Europa Press, apoyan la sensación de tendencia creciente en materia de rentabilidad que se viene cuantificando desde 2013, aunque en el último año y en comparación con el anterior, esta rentabilidad ha sido menor en términos generales.
Si nos fijamos en el crecimiento en términos de rentabilidad, las que más lo hicieron entre 2015 y 2016 fueron las pequeñas; de entre 11 y 50 empleados; aumentaron su nivel hasta el 7,7%, un punto más que un año antes. El segundo lugar del ranking fue para las empresas medianas; de más de 50 trabajadores ellas pasaron del 7,5% al 8,3%. En las micropymes pasó del 4% al 4,7%, en ese periodo.
El estudio compara también dos términos que hacen alusión al crecimiento de una empresa: el beneficio neto y el volumen de negocios. En estos datos, también han mejorado sus cifras casi todas las mercantiles españolas. Eso sí, el ranking cambia con respecto del anterior. Teniendo en cuenta el beneficio general, las microempresas han registrado una “significativa y sostenida subida”, que en el avance de 2016 comparado con el año anterior fue del 17,4%; del 7,6% en las pequeñas y del 3,8% para las medianas.
Las microempresas son las únicas con resultados positivos en volumen de negocio registrando una cifra de crecimiento mínimo del 0,7%. La contrapartida se la llevan las empresas medianas, con un descenso del 4,9% en el total de negocio generado. Aún peor es el caso de las pequeñas, cuyo volumen de transacciones descendió un 5,5% en el último año.
Pese a este descenso, las empresas continúan apostando por el i+D para estabilizar los empleos y mejorar las cifras de negocio. En este sentido, la inversión en la adquisición de nuevos materiales tecnológicos y la implantación de sistemas de informatización aumenta “a medida que aumenta la dimensión de la empresa”, dice el estudio, donde se explica además, que está ligado al sector al que pertenece cada empresa. La apuesta por esta inversión está asociada también al nivel de los gastos de personal y al adeudamiento total, como señal de reputación ante el mercado para acceder a recursos ajenos.
Menos empleo estable
Para medir la rentabilidad real de las empresas, el Colegio de Registradores analiza las cifras de evolución de empleo: tanto la sustitución de empleo fijo por eventual, como el volumen total de la plantilla. Así, la comparación entre 2012 y 2016 pone de manifiesto la “relativa estabilidad de las plantillas”. Las micro y pequeñas empresas, con 0,01% y 0,1% de incremento en las plantillas, son los modelos que más han generado empleo; mientras que las empresas medianas lo han destruido en un 1,3% de los casos. Pese a la creación de empleo en el cómputo total, no es oro todo lo que reluce, puesto que la caída de empleo fijo con relación al año anterior no se compensa con el aumento de las contrataciones, que además se realizan vía contratos temporales o por obras y servicios. Y eso pese a que la sustitución en número de trabajadores indefinidos por los nuevos contratos sí se venía produciendo habitualmente en años anteriores para casi todos los tamaños de pymes.