El Gordo de la Lotería, solo comparable a lo que ganan los pioneros del bitcoin
Quien invirtiera en la divisa virtual antes de 2011 acumula una rentabilidad semejante El primer premio de la Lotería de Navidad supera la expectativa de ganancia de cualquier activo financiero
Ninguna inversión deja una ganancia comparable a la de ganar el Gordo de la Lotería de Navidad. La suerte convierte de forma instantánea los 20 euros que cuesta el décimo en un premio de 400.000 euros, un rendimiento al que ni siquiera se acerca en el corto y medio plazo el activo que este año está en subida fulgurante y deja una rentabilidad estratosférica, el bitcoin.
Esta criptodivisa, la más popular dentro del creciente universo de las monedas virtuales, se anota un ascenso en el año que ronda el 1.900%, desde los poco más de 950 dólares en que inició 2017 hasta el entorno de los 19.000 dólares por unidad que ha llegado a alcanzar estos días. Su revalorización es desorbitada si se tiene en cuenta que esta criptodivisa nació en 2009 sin apenas valor, a un precio de 0,01 dólares por unidad. Solo quien invirtiera en bitcoin en los primeros tiempos puede lograr un rendimiento similar al que deja ganar el Gordo habiendo gastado apenas 20 euros. Así, hace falta ser uno de los inversores pioneros en bitcoin para obtener un efecto como el del premio máximo de la Lotería de Navidad y haber comprado esta moneda virtual antes de 2011, cuando aún no alcanzaba el euro por acción.
La ganancia con el Gordo es solo equiparable a la de quien adquiriera bitcoin a un precio de al menos 0,95 dólares, hasta los 19.000 actuales por unidad. Con la diferencia de que han hecho falta al menos seis años de espera y el trepidante rally de este año hasta alcanzar tal rendimiento. Con la lotería no es necesario en cambio aguardar a ver crecer la plusvalía.
Ningún otro activo financiero disfruta de una ganancia similar. En la renta variable, las mayores ganancias de 2017 son para las Bolsas de los países emergentes, con subidas del 60% para el Merval de Buenos Aires y superiores al 40% para las de Vietnam y Turquía. Y en la renta fija, las ganancias de este año no alcanzan el doble dígito y dejan ya signos de agotamiento, después de años de imparable alza de precios gracias a las compras realizadas por los bancos centrales para salir de la recesión.
La obtención de plusvalías en activos financieros implica en todo caso asumir ciertas dosis de riesgo. Así, los mercados emergentes, que dejan este año las mayores ganancias en Bolsa, están reservados para inversores con un perfil más arriesgado. Pero en el caso del bitcoin, el riesgo se multiplica al tratarse de una divisa no regulada. Su uso escapa al control de los bancos centrales y su ascenso tiene un carácter puramente especulativo, según advierten numerosos expertos.
El bitcoin presenta todos los ingredientes propios de una burbuja, por la rapidez estratosférica de su ascenso, su falta de regulación y su pertenencia al estricto terreno de lo virtual. A su favor cuenta con la resistencia que ha demostrado hasta el momento a los ciberataques –que aun así siguen siendo un riesgo elevado para la operativa en esta divisa- y recientes avances como su incorporación al mercado de futuros de Chicago, una suerte de primera aceptación en el ámbito financiero. El uso de divisas virtuales sí apunta a ser una realidad generalizada a futuro, aunque el bitcoin aún está lejos de tener un volumen significativo y el reconocimiento necesario por parte de reguladores y bancos centrales que lo conviertan en divisa común para realizar pagos.
Los inversores en esta criptodivisa se exponen por tanto a un pinchazo que les pueda hacer perder todo su dinero. La compra de lotería también deja pérdidas en la gran mayoría de las ocasiones aunque en este caso el coste de oportunidad sea muy reducido si se tiene en cuenta que con apenas 20 euros se pueden llegar a ganar hasta 400.000. Y de forma inmediata.