El giro de 180º de Exxon sobre el clima merece aplausos... prudentes
Revelará cómo le afecta el calentamiento global, como demandan sus accionistas Dados los precedentes, los inversores deberán hacer verificaciones
El giro de 180º de Exxon Mobil respecto al cambio climático merece algunos aplausos cautelosos de los inversores. La firma petrolera está planeando por fin cumplir con las demandas de los accionistas, aprobadas hace más de seis meses, de revelar cómo afectará el calentamiento global a sus negocios. Pero dados los precedentes, los inversores deberán hacer verificaciones.
La mayor petrolera independiente y cotizada del mundo anunció el lunes que cumpliría con la solicitud de mayo, aprobada por más del 60% de los accionistas, de dar más información en torno al cambio climático.
Es un paso importante. Aunque la propuesta no era vinculante, la presión de los accionistas se ha incrementado últimamente. Walden Asset Management, un activo inversor que votó a favor de la propuesta de mayo, envió esta semana una carta reiterando su solicitud. El consejo de Exxon se arriesgaba a otro conflicto en la junta de accionistas si optaba por no cumplir con la demanda.
La concesión, sin embargo, deja margen para la creatividad. Exxon puede basar la información que de en sus propias y frágiles suposiciones. Por ejemplo, la compañía dirigida por Darren Woods podría predecir que el único combustible fósil que se dejará de usar será el carbón, sin tener en cuenta los posibles cambios de la demanda mundial de petróleo y gas.
No sería la primera vez que se acusara a la compañía de hacer estimaciones interesadas. A principios de este año, Greenpeace y Oil Change International publicaron un estudio que señalaba que las previsiones de Exxon sobre energía eólica y solar para 2030, publicadas en 2005, se cumplieron casi dos décadas antes, en 2012.
El estudio también ataca a la compañía por subestimar burdamente la rapidez con que pueden crecer los vehículos eléctricos: Exxon calcula que solo el 6% de la flota mundial de automóviles contará con baterías en 2040; el think tank Carbon Tracker Initiative estima que más de la mitad de los pasajeros viajarán en coches eléctricos para entonces.
De hecho, Exxon podría aprovechar esta oportunidad para hacer lo contrario de lo que quieren los accionistas: demostrar que su estrategia actual es la correcta.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías.