El libre comercio con Mercosur amenaza al vino y a la carne de cerdo española
Los productores de vino reclaman la supresión total de aranceles La firma del acuerdo restaría ventas al exterior a los ganaderos que crían cerdo
La Unión Europea se ha convertido en la región del mundo que más defiende el libre comercio como mecanismo para impulsar el crecimiento económico. Pese a las fallidas negociaciones para liberalizar los intercambios comerciales entre la UE y EE UU (entre ambos suman el 40% del PIB mundial), las autoridades comunitarias prosiguen en su labor para eliminar barreras arancelarias o no arancelarias en sus relaciones comerciales con otros países. En noviembre entró en vigor el acuerdo de libre comercio con Canadá, que debe ser ratificado todavía por todos los países miembros de la UE, y el 1 de enero de 2019 entrará en vigor el tratado con Japón. Entre ambas fechas es muy probable que se active el pacto que sirva para suprimir los aranceles entre la Unión Europea y los cuatro países que forman el Mercosur (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay). Las delegaciones de ambas regiones aceleran las negociaciones para que el acuerdo pueda ser suscrito en la primavera o el verano de 2018.
Las relaciones comerciales entre ambos bloques han seguido un camino inverso desde el estallido de la crisis financiera mundial. En 2008, las exportaciones de la UE a Mercosur llegaron a 32.127 millones de euros y nueve años después han crecido un 34,2% hasta los 43.111 millones. En el mismo período, las importaciones de la UE han bajado un 13% desde los 48.146 a los 41.895 millones de euros. En nueve años se ha pasado de un superávit comercial para Mercosur de 16.962 millones de euros a un déficit de 1.216 millones de euros.
Una posición de privilegio para los productores europeos que se ve amenazada ante la inminente firma del acuerdo de libre comercio entre ambos bloques. Así lo denuncia un informe elaborado por la organización agraria COAG sobre el impacto que este acuerdo tendrá en el sector ganadero y agrícola de España, en el que advierte del perjuicio que tendrá en partidas claves para la economía nacional como alimentos o bebidas.
El estudio centra las denuncias en dos subsectores: carne de cerdo y vino. “Para el sector porcino de España, su inclusión en futuros acuerdos con el Mercosur puede ser altamente perjudicial”, recalca. España produce cuatro millones de toneladas de carne de cerdo al año, de los que solo requiere 2,5 millones para satisfacer la demanda interna. Por lo tanto destina 1,5 millones de toneladas a la exportación a terceros países. Esa cifra representa el 50% de las ventas de la Unión Europea. La supresión de aranceles a las exportaciones del Mercosur a la Unión Europea pueden suponer un duro castigo para los productores españoles, ya que consideran que no trabajarían en las mismas condiciones puesto que los productores de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay podrían vender a precios más baratos. “No podrían competir por los menores costes laborales y por las menores exigencias en materia de sanidad animal, bienestar animal, trazabilidad y medio ambiente que se les exige. Si el arancel que se le impone no supone al menos un porcentaje parecido a esa diferencia de precio, la producción europea no será competitiva y el peligro estará en la cantidad de carne que llegue desde Mercosur”.
En el caso del vino, el informe detalla que la UE es el mayor productor mundial de vino, con un 60% del total, y que en los últimos años ha logrado compensar la menor demanda interna con un crecimiento de las exportaciones. El tratado de libre comercio con Mercosur se contempla como una oportunidad muy importante para seguir creciendo en ventas a terceros países, “siempre que se eliminen los problemas a los que nuestras exportaciones deben hacer frente y se protegen los mostos europeos”. Los problemas a los que se refiere son las elevadas tasas que gravan la entrada de vino europeo en Chile, Argentina o Brasil, mientras que los productores consideran prioritario mantener el actual arancel del 22,4% al mosto argentino, ya que es el primer productor mundial y juega con ventaja respecto a los productores españoles, ya que fija una barrera arancelaria del 20% al mosto europeo.
Carne de vacuno por concesiones
El estudio de COAG alerta que el tratado de libre comercio consolidará a Mercosur como el mayor proveedor de carne de vacuno a los países de la UE. En la actualidad ya es el origen del 80% de las compras europeas de este tipo de carne. En las negociaciones se ha puesto encima de la mesa un techo de 78.000 toneladas para la exportación libres de tasas. A partir de esa cifra se aplicaría un arancel. Los productores españoles calculan que la cifra propuesta equivale a dos millones de vacas nodrizas, “lo que supone más del número total de cabezas de Bélgica, Bulgaria, Dinamarca, Estonia, Grecia, Croacia, Chipre, Letonia, Luxemburgo, Hungría, Malta, Eslovenia, Lituania, Finlandia y Suecia juntas”. El informe considera “inaceptable que se entregue el sector ganadero a cambio de concesiones en bienes industriales y facilidades para grandes empresas de servicios en licitaciones públicas”.
Otra de las preocupaciones que refleja el informe respecto a la carne de vacuno son distintos aspectos ligados a la seguridad alimentaria. “La trazabilidad, los antibióticos y las hormonas utilizadas como promotores del crecimiento son ilegales en la UE”, resalta el informe. También recuerda el último escándalo de venta de carne adulterada en Brasil, “protagonizado por algunas de las empresas más grandes del país”, y el hecho de que Rusia haya dejado de importar carne brasileña al encontrar sustancias prohibidas.