Indra agrupará sus actividades de TI en una filial, duplicará inversiones y retomará el dividendo
Prevé un crecimiento anual del ebit superior al 10% hasta 2020 No precisa en qué momento volverá a retribuir al accionista
Indra continúa con su plan de transformación. La compañía va a agrupar sus actividades de tecnología de la información en una filial en la que tendrá el 100% del capital y generará hasta 650 millones de euros de cash flow en el periodo 2018-2020, lo que le permitirá duplicar sus inversiones, reducir aún más el apalancamiento financiero y retomar la política de dividendos. Así consta en su nuevo plan estratégico 2018-2020, presentado por el presidente de la tecnológica, Fernando Abril-Martorell, durante la celebración este jueves de su día del inversor.
El directivo aseguró que con este plan persiguen crecer de forma rentable. Con el nuevo modelo operativo, mediante el cual se separan las actividades de transporte y defensa de las de TI, Indra quiere “mejorar la orientación a resultados, la agilidad y la flexibilidad estratégica”. La firma precisó que ambas líneas de actividad tienen dinámicas competitivas y posicionamientos “diferentes” y puso como ejemplo el hecho de que en TItienen “alta relevancia” los clientes privados, mientras que en transporte y defensa son clave los usuarios públicos.
El plan está basado en cuatro grandes iniciativas. Además de especializar el modelo operativo a través de la citada filialización de TI, continuar evolucionando el portafolio de productos para dotarlo de un mayor valor añadido; acelerar la transformación comercial para convertirse en una compañía orientada a ventas, y continuar mejorando la productividad para incrementar su competitividad y márgenes.
Abril-Martorell defendió, además, que el plan de la compañía se va a desarrollar en un entorno de mercado positivo. “La digitalización está transformando todos los negocios y generando grandes oportunidades para todos los proveedores tecnológicos. Y todos los mercados en los que estamos van a crecer de forma destacada”. Así, la tasa anual acumulada compuesta de crecimiento esperado hasta 2020 de las TI digitales será superior al 10% y la de las TI tradicionales será del 3%; la de defensa y seguridad, del 5%;la de tráfico aéreo, del 4%, y la de transporte, de más del 10%.
En cuanto a los objetivos financieros para 2020, Indra prevé un crecimiento medio anual de su beneficio neto de explotación (ebit) superior al 10% (en 2016 fue de 179 millones) y un aumento de un dígito de los ingresos en tasa anual, desde los 3.120 millones del pasado año. La firma estima también un cash flow de entre 550 y 650 millones entre 2018 y 2020 y un capex de entre 150 y 200 millones para el mismo período. Indra no precisó cuando volverá a repartir retribuciones entre sus accionistas, dado que es una decisión que se aprueba en junta de accionistas.
Abril-Martorell resaltó que Indra “tiene hoy un balance saneado, genera caja de forma sostenida y su deuda neta está en su nivel más bajo desde el máximo de 2015”. Desde mediados de ese año hasta el cierre de 2017 ha generado un flujo de caja de 775 millones, que ha destinado al plan de reestructuración, la compra de Tecnocom, financiar las pérdidas por proyectos onerosos, nuevas inversiones y reducir deuda. Con todo, Indra cayó este jueves un 5,1% en Bolsa. Los informes de los analistas dijeron que las previsiones estaban en línea con lo esperado, aunque ligeramente por debajo de algunas magnitudes.