Alejandro Fernández: "Contribuimos a la mejora de los barrios"
El empresario ocupa una pequeña habitación en una oficina compartida En 2013, pasó de ser abogado en el despacho de Uría Menéndez a fundar Enfoka
Durante ocho años trabajó como abogado en el despacho de Uría Menéndez, hasta que en 2013 cambió el rumbo de su carrera profesional y dio el salto al emprendimiento. Alejandro Fernández de Oliveira (Madrid, 1980) fundó Enfoka, una empresa de inversión inmobiliaria especializada en la compra y rehabilitación de viviendas ubicadas en zonas susceptibles de revalorizarse en ciudades como Madrid y Barcelona.
Su cometido es comprar, rehabilitar y alquilar o vender inmuebles para fondos de inversión, family offices e inversores particulares con cierto tamaño. Asegura que maneja un volumen de inversión de unos 30 millones de euros. “Empezamos cuando todavía estábamos en plena crisis y cuando los inmuebles se valoraban a cero, entonces hicimos unas cien compras de viviendas con las que conseguimos una rentabilidad del 8%; ahora ese margen ha bajado”, señala este empresario, que trabaja en un pequeño despacho, con vistas a un patio interior, en unas oficinas situadas en el madrileño barrio de Las Letras y compartidas con la firma de interiorismo de Tristán Domecq.
El primer año su plan de actuación se centró en Lavapiés, en 2014 se trasladaron a Arganzuela y, en la actualidad, invierten en Tetuán. “Compramos unos diez pisos al mes, tenemos un equipo de gente que trata con las inmobiliarias de los barrios, e invertimos en aquello que creemos que es rentable”.
Compramos pisos, los reformamos y hacemos que los quiera adquirir gente con poder, la clase media Alejandro Fernández de Oliveira
En cuanto a esos parámetros de rentabilidad, indica que son “precio, localización y metros”, de manera que cuando “colapsamos la compra, mandamos a nuestros oteadores; solemos comprar un 10% por debajo del precio, luego hacemos una obra lucida y eso supone un crecimiento del valor para los pisos”. Todo esto, dice, repercute en el perfil del inquilino que se instala en esas zonas, y “contribuye a la mejora de los barrios, hacemos que sean mejores”. Y cita como ejemplo la zona de Tetuán, “con problemas de delincuencia, donde compramos pisos, los reformamos y hacemos que los quiera adquirir gente con poder, que conforma la clase media de cualquier barrio”. De hecho, asegura que “en Madrid hay clase media en todos los barrios, y estos mejoran por sus habitantes”.
Fernández de Oliveira confiesa que, a pesar de darle importancia a los espacios, le presta poca atención a su lugar de trabajo, adornado con una fotografía comprada en Ikea, otra de un avión y el retrato de su hija. “Me gustan los espacios compartidos, creo en el teletrabajo y en no calentar la silla demasiado”.
Y afirma que, a pesar de ser empresario, no trabaja más horas que como abogado, “me organizo y, de hecho, soy más libre”.