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Broadcom se va a quedar sin empresas que comprar

El método del CEO, las compras corporativas, ha dado sus frutos a los accionistas hasta ahora Ha crecido tanto que tiene que hacer apuestas cada vez más arriesgadas

Hock E. Tan, CEO de Broadcom, el pasado día 2 en una visita a la Casa Blanca. reuters
Hock E. Tan, CEO de Broadcom, el pasado día 2 en una visita a la Casa Blanca. reuters

Broadcom se dirige a un callejón sin salida. La empresa de chips se ha vuelto tan grande que tiene que hacer apuestas cada vez más grandes y arriesgadas para mantener su sobrecargado crecimiento. La oferta no solicitada de 130.000 millones de dólares, incluida la deuda neta, por su rival Qualcomm cumple ambas condiciones.

El método del CEO Hock Tan, las compras corporativas, ha dado sus frutos a los accionistas hasta el momento. La acción se ha multiplicado por ocho en los últimos cinco años, incluso aunque el creciente negocio de semiconductores desacelerara el de los chips. Mientras, fabricar microprocesadores basados en tecnologías nuevas es cada vez más difícil y costoso. Eso deja las M&A y los recortes de costes como las mejores formas de obtener ganancias.

Véanse las dos compras que hizo Tan en 2015 para Broadcom (entonces Avago). Los ingresos combinados quedaron esencialmente planos tras las transacciones y algunas ventas de activos. Pero las ganancias en 2016 se duplicaron hasta los 3.000 millones de dólares, sin contar los costes de reestructuración y las amortizaciones.

Todo bien, pero es un juego arriesgado. Si se elige el objetivo equivocado, se paga en exceso o las empresas no se integran con eficiencia, el valor se evapora. Sin duda, los ingresos podrían crecer casi un 10% este año, según los analistas, pero los recortes en I+D podrían acabar rebajando los beneficios. Los costes de reestructuración y otras cargas pueden no ser las únicas. Las amortizaciones tampoco pueden ignorarse del todo, ya que la tecnología avanza rápido. Y asumir más carga de deuda implica pagos de intereses mucho más altos.

Además, gran parte del valor de Qualcomm reside en los investigadores que pueden salir por la puerta. Los 100.000 millones de deuda neta de la empresa combinada pueden pesar mucho la próxima vez que los chips entren en la fase baja del ciclo. Y Broadcom también tiene asuntos pendientes, ya que su compra de Brocade por 5.900 millones aún no ha recibido la aprobación del Gobierno de EE UU.

Si la oferta de Qualcomm tiene éxito, Tan se quedará sin objetivos, y los inversores tendrán una visión más clara de la durabilidad de la casa que ha construido.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías.

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