May pide socorro a Merkel y Juncker para evitar el colapso del “brexit”
La primera ministra británica corre peligro si no logra iniciar las negociaciones de la futura relación comercial El ministro británico de Exteriores, a quien se atribuye el deseo de asumir el Gobierno, mete prisa a May
La primera ministra británica, Theresa May, ha lanzado un desesperado SOS hacia Berlín y Bruselas para intentar que la cumbre europea de esta semana (19 y 20 de octubre) desatasque las negociaciones del brexit y abra camino hacia un acuerdo comercial que podría salvar su Gobierno.
May telefoneó el domingo a la canciller alemana, Angela Merkel, y se desplazó este lunes a Bruselas para cenar con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. En ambos casos, con el mismo objetivo: arrancar a la UE el visto bueno para pasar a una segunda fase de las negociaciones (sobre la futura relación entre ambos lados del canal de la Mancha) y dejar para más tarde el acuerdo definitivo sobre la factura de salida, los derechos de los ciudadanos y la frontera de Irlanda.
Bruselas, de momento, descarta dar ese paso porque no se da por satisfecha con las ofertas presentadas por Londres en los tres puntos espinosos. La UE quiere, por tanto, aplazar al menos hasta diciembre el comienzo de la segunda fase de negociación, que estaba previsto para este mes de octubre. El retraso puede costarle el puesto a la primera ministra.
May se siente amenazada por las filas de su propio partido y de su propio Gobierno, donde los tories más partidarios de la salida de Reino Unido de la UE exigen el paso a la segunda fase de negociación sin nuevas concesiones por parte de Londres.
La primera ministra británica confía en que Merkel y Juncker puedan suavizar la posición de la UE y abrir el camino para que el Consejo Europeo de esta semana acepte que ha habido avances, lo que permitiría iniciar la segunda fase. La canciller alemana duda si dar ese paso. Por un lado, la industria de un país presiona a favor de un brexit suave y cómodo a sus intereses. Por otro, el gobierno francés, con quien Merkel desea establecer una relación de complicidad, se muestra partidario de no ceder ni un ápice ante Londres.
"Veré a la señora May esta noche, hablaremos y conocerán la autopsia [del encuentro]", ha señalado este lunes Juncker, sin anticipar ningún resultado concreto. Juncker y May ya mantuvieron un encuentro en Downing Street antes de las elecciones británicas de junio de 2017. La cita fue un desastre, según filtraciones recogidas después por la prensa alemana y atribuidas al jefe de gabinete de Juncker, el alemán Martin Selmayr. A la cita de este lunes también acudirá Selmayr así como el negociador-jefe de la UE, Michel Barnier.
Al término de la cena de trabajo de este lunes, la Comisión Europea señaló en un comunicado que tanto Juncker como May coinciden en que "hay que acelerar los esfuerzos de negociación durante los próximos meses", sin concretar nuevos plazos.
La cena también ha permitido a May esgrimir su baza de apoyo al acuerdo internacional sobre el programa nuclear de Irán, un pacto que la UE considera imprescindible mantener pero que se ve amenazado por la administración de Donald Trump. Reino Unido se muestra dispuesto a seguir alineado en este asunto con la UE.
Johnson al ataque
“Hemos hecho una oferta muy buena, muy justa”, señaló este lunes el ministro británico de Asuntos Exteriores, Boris Johnson, en Luxemburgo, donde asistió a un Consejo de Exteriores de la UE. “Ha llegado el momento de entablar una negociación en serio y dejar de ver crecer la hierba a nuestros pies”, añadió Johnson, un mensaje de impaciencia aparentemente dirigido hacia Bruselas pero que se interpreta más bien como un ataque a la incapacidad de Downing Street de arrancar la segunda fase.
El negociador-jefe de la UE, Barnier, reconoció la semana pasada, tras la quinta ronda de contactos, que la negociación del brexit se encuentra estancada, cuando ya han transcurrido seis meses de los 24 que tiene de plazo.