La CE aplaza 'sine die' el fondo europeo de garantía de depósitos
Se había fijado su puesta en marcha en 2024, pero Berlín mantiene bloqueado el proyecto Bruselas plantea como alternativa un sistema de reaseguro sin mutualización de riesgos
La Comisión Europea renuncia a su objetivo de poner en marcha en 2024 un sistema europeo de garantía de depósitos bancarios (hasta 100.000 euros por cliente), un proyecto bloqueado desde hace dos años por la resistencia de varios países encabezados por Alemania.
Bruselas ha planteado este miércoles como alternativa un sistema de reaseguro, que se limitaría a garantizar con préstamos la liquidez de los fondos nacionales de garantía de depósitos. A posteriori, en una fecha que se deja abierta, se podría iniciar la mutualización de riesgos, pero solo una vez que se haya avanzado en la armonización de los fondos nacionales y cuando se haya resuelto el lastre de la morosidad acumulada durante una década de crisis en la zona euro.
El vicepresidente económico de la CE, Valdis Dombrovskis, confía en que este primer paso, que define como "pragmático" sirva para despejar la inquietud de los países reacios y facilitar la instauración de un fondo europeo de garantía de depósitos. Pero Bruselas ya no se atreve a poner fecha para ese objetivo final.
El plan de la Comisión llega tras dos años de parálisis en las negociaciones del proyecto inicial, que aspiraba a una primera fase de reaseguro (hasta 2020) y una mutualización progresiva del riesgo hasta llegar al 100% en 2024.
La propuesta inicial de la Comisión, que data de noviembre de 2015, no ha avanzado ni un ápice, bloqueada por el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, que exigía a cambio varias medidas para reducir el riesgo de las entidades financieras, como la limitación en la compra de deuda soberana o la obligación de provisionar la compra de bonos de los países de la zona euro más vulnerables.
La inminente salida de Schäuble del ministerio y el clima de concordia entre la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, abren un resquicio para el acuerdo que la Comisión va a intentar aprovechar aunque a costa de rebajar sensiblemente su primer proyecto.
Dos fases
Bruselas considera imprescindible la creación de un sistema europeo de garantía de depósitos, que otorgue la misma seguridad a todos los clientes de la unión bancaria con independencia del país de origen de su entidad. El sistema europeo permitiría, además, romper el círculo vicioso entre banca y Estado que arrastró a la bancarrota a países como Irlanda o que obligó a España a solicitar un programa de ayuda para la banca al fondo de rescate de la zona euro (MEDE).
Pero dada la desconfianza reinante en el seno de la UE y la presencia de casi un billón de euros en préstamos morosos en los balances de las entidades financieras, la Comisión aplaza sine die la cobertura europea total. Sugiere avanzar en dos fases, pero sin el automatismo para pasar de una a otra que preveía el proyecto de 2015.
La CE propone iniciar en 2019 una primera fase, con un sistema de reaseguro que podría cubrir hasta un 30% de las necesidades de liquidez de un fondo nacional de garantía. La cobertura se doblaría al año siguiente y llegaría a ser de hasta el 90% en 2021. En todo caso, se trataría de préstamos que deberían ser reembolsados por el sistema nacional.
Bruselas se compromete durante esa primera fase a impulsar medidas para reducir el riesgo bancario, con un plan para animar a las autoridades nacionales a resolver el problema de los préstamos fallidos o morosos. En 2022, como muy tarde, la CE llevaría a cabo una revisión sobre la calidad de los activos dudosos para verificar la condición de los balances y podría requerir medidas a los países o entidades más atrasadas en el saneamiento.
Al mismo tiempo, se avanzaría en la armonización de los sistemas nacionales de garantía de depósitos. Bruselas recuerda que todavía existen numerosas divergencias en conceptos tan esenciales como la definición de los depósitos cubiertos, la financiación de los fondos nacionales o la intervención de cada sistema de cobertura.
La Unión Bancaria tardará 20 años en completarse
Solo una vez que se hayan logrado esos dos objetivos (reducción del riesgo y armonización de los fondos), Bruselas propondría iniciar el tránsito hacia una segunda fase con la mutualización de riesgos.
En 2015, ese tránsito era automático a partir de 2020 y se llegaba a la mutualización del 100% en cuatro años. Ahora, se deja abierta la fecha inicial. Y se sugiere empezar con una cobertura europea de hasta el 30% pero sin fijar una meta para llegar al 100%.
Todo indica que el fondo europeo para completar la Unión bancaria no estará listo hasta finales de la próxima década, como pronto. Es decir, casi 20 años después de que los gobiernos aceptasen la transferencia de la supervisión financiera al BCE como primer paso hacia la Unión bancaria. Soberanía compartida, pero el riesgo para cada país.