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¿Cuánto cuesta realmente ser autónomo en España?

La tarifa plana es una medida positiva. Aunque no es justo asegurar que ser autónomo en España cuesta únicamente 50 euros al mes.

Darse de alta como autónomo en España cuenta hoy día con un pequeño impulso inicial: la tarifa plana. Una medida de apoyo por la cual el nuevo trabajador por cuenta propia sólo tendrá que pagar 50 euros al mes durante los seis primeros meses. Previsiblemente esta medida aumentará su apoyo durante seis meses más, una vez entre en vigor la nueva Ley de Autónomos.

Sin embargo, muchos expertos critican esta medida, al no ir acompañada de otras que favorezcan la continuidad. Porque el coste de ser autónomo en España es, como veremos a continuación, mucho mayor que 50 euros. En primer lugar, porque dicha tarifa plana tiene fecha de caducidad. Cuando esta ayuda inicial finaliza, el coste mensual que debe pagar el autónomo será de, como mínimo, 275 euros al mes.

A este coste, que se multiplica casi por seis, hay que añadir otra serie de cuestiones, que recuerdan desde el software de facturación MyGestión. Según esta compañía, a los 275 euros al mes de cuota a la Seguridad Social hay que añadir la retención en las facturas de un 7% durante los dos primeros ejercicios. Después, pasará a ser más del doble, alcanzando el 15%.

Dependiendo del tipo de autónomo del que se trate, se puede dar el caso de tener que abonar un 20% de los rendimientos netos. Es lo que se conoce como pagos fraccionados, que tienen lugar cuando se tributa por Estimación Directa, ya sea normal o simplificada. Tendrás que ingresar en Hacienda el 20% de tus rendimientos cada tres meses.

Más gastos que debe contemplar el autónomo

En paralelo, las personas que contraten a un asesor fiscal para realizar las declaraciones trimestrales y resúmenes anuales, deberán sumar a sus costes cotidianos los honorarios de este profesional, que suelen ir de los 50 a los 100 euros mensuales, dependiendo de cada caso.

A estos costes, hay que añadir otros que variarán, en función de la actividad en concreto. Uno común es el IVA. Cada tres meses, dependiendo de tu régimen y modalidad, hay que pagar el IVA que te han pagado los clientes en las facturas. Al respecto, se recomienda no contar con ese dinero y dejarlo al margen de las cuentas.

Otros gastos que se deben asumir son los relativos a suministros de agua, luz, internet, etc., y el alquiler de oficina o local si es necesario. De igual modo, quienes vayan a contratar empleados deberán pagar la Seguridad Social de ellos, al margen de su salario.

Finalmente, los conceptos de IBI o los seguros también son cargos que se deben tener en cuenta. Es imposible cuantificar con exactitud todo lo aquí analizado, porque variará enormemente, en función la actividad final del autónomo.

Sin embargo, sirve para visualizar que los 50 euros de la tarifa plana, aunque son un buen comienzo, no son el coste real de ser autónomo en España.

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