No solo playa y sol, los expatriados ya eligen España para montar negocios
Es el segundo mejor país del mundo en experiencia de vida Un 44% de los que llegan a España tiene más de 55 años
No es ningún secreto. España siempre ha sido un destino atractivo para los expatriados de otros países por su calidad de vida y por su potencial social y cultural. De hecho, según se desprende del último informe de HSBC, Expat Explorer, en el que se analizan las preferencias y opiniones de 27.500 expatriados sobre su experiencia en el extranjero, nuestro país lidera en todo el mundo las áreas de salud física, calidad de vida, vida social y activa y mejor región en la que retirarse. La clasificación recoge las opiniones en base a la situación económica de cada lugar, la experiencia, la vida familiar y la capacidad de hacer prosperar un negocio, entendiendo que ninguno de estos aspectos se puede valorar de forma aislada, y que de una u otra forma todos inciden de manera determinante en el resto.
Así, en términos generales, España ocupa el segundo puesto mundial en la categoría de experiencia, solo por detrás de Nueva Zelanda; el décimo lugar en la rama de vida familiar, y el número 40 del mundo en la situación económica. Donde España manda es, por lo tanto, en aquellos aspectos que fomentan una calidad y experiencia de vida saludable. De esta forma, el 58% de los expatriados en suelo español reconoce que su salud física es mejor aquí de lo que sería en su lugar de origen, y un 73% de ellos afirma que su calidad de vida total es realmente mejor tras la mudanza.
El citado informe deja entrever, además, que el expatriado no disfruta de todos estos aspectos de forma aislada: tres cuartas partes de estos inquilinos se mezclan con la población local y se empapan de la cultura española. “En la movilidad global, la integración a nivel personal y familiar es un punto cada vez más valorado por los expatriados. Mucho más lo es la calidad de vida”, explica el consejero delegado de HSBC en España, Mark Hall. De hecho, más de la mitad de los que se trasladaron a España lo hicieron para mejorar en este último aspecto. “Cuando llegaron, casi un tercio (32%) de ellos se instalaron fácilmente y dos tercios (66%) se sentían como en casa en menos de un año”, añade.
Por esa razón, nuestro país dobla el porcentaje mundial de la edad de los expatriados. Si en el resto del mundo, solo un 22% de los trasladados tiene más de 55 años, en el caso español este porcentaje aumenta hasta el 44%, haciendo de la región uno de los mejores países del mundo en los que retirarse y jubilarse. Pero este no es el único asunto a resaltar, y nuestro país comienza a brillar por algo más que la calidad de vida. Crece a pasos agigantados el número de expatriados que viajan a España para montar y lanzar un negocio, pasando del 8% de 2016 al 24% que se ha registrado a lo largo de este año.
Todos estos datos, sin embargo, siguen siendo insuficientes si se quiere potenciar el hecho de ser un destino atractivo a todos los niveles. En términos generales, España ocupa la decimoséptima posición mundial, que encabezan por este orden Singapur, Noruega, Nueva Zelanda, Alemania, Países Bajos y Canadá. En este ranking tiene mucho que decir la estabilidad política de cada región, así como la economía local, la seguridad laboral, la educación gratuita y la asistencia sanitaria global, aspectos todos ellos que han condicionado en gran medida las primeras posiciones de la clasificación.
Qué ocurre con los españoles
España es un país de extremos. Tiende a recibir a personas de más de 55 años, pero lanza al mundo a una gran mayoría de jóvenes. De hecho, el 47% de los expatriados españoles es menor de 34 años, en comparación con el 33% de media mundial, y solo el 4% supera los 55 años de edad. La mayoría de ellos, en un 43%, salieron del país para mejorar sus perspectivas de empleo (frente al 26% mundial) y un 27% lo hizo para mejorar sus ingresos, en relación al 22% del resto del planeta. De todos los que se han marchado, el 60% ha encontrado un trabajo mejor fuera de su hogar y más de la mitad cree contar con más seguridad laboral en el país de acogida.