La moda sigue fiel a la tienda física en plena ola digital
La orientación internacional ha ayudado al sector a sortear la crisis Siete de cada diez firmas ve negativa la política de ofertas y precios bajos
El 61% de las marcas de moda planea aumentar su red de establecimientos propios a lo largo de 2017, según el barómetro de empresas de moda en España elaborado por los portales Vente-privee.com y Modaes.es. A pesar de que la venta online está creciendo y de que los alquileres en el centro de las ciudades son cada vez más altos, las tiendas físicas siguen siendo el principal canal de distribución de moda. El director general de Ventee-privee y Privalia en España, Albert Serrano, cree que estas son importantes para las firmas porque son la mejor manera de construir marca.
Los establecimientos propios son un canal que seguirá en primera posición también en el largo plazo, como corroboran el 38% de las 300 empresas encuestadas para la elaboración del mencionado informe. Continuando con la idea de que las tiendas físicas tienen mucho futuro por delante, el 29% de las firmas de moda españolas considera que los comercio multimarca son su canal más importante junto con el 14% que se decanta por los puntos de venta franquiciados.
Este año, la venta online ha adelantado a las franquicias, se sitúa en cuarta posición y es la forma de negocio favorita para el 18% de los encuestados. Aún así, es una plataforma que presenta cierta inestabilidad, ya que en 2015 era considerado el más importante a largo plazo por el 22%, pero cayó hasta el 16% al año siguiente. Por su parte, la venta a través de corners solo supone la plataforma principal para el 1% de las firmas, seis puntos menos que el año pasado, a pesar de que el 31% afirma que aumentará con toda seguridad su red.
En general, la mayor parte de las empresas de moda se plantea aumentar sus canales de distribución a lo largo del año. Una muestra más de que el sector se ha recuperado tras la crisis, pues según este barómetro, el 64% de las compañías mejoraron su facturación durante el pasado ejercicio y nueve de cada diez apreciaron una mejoría en el consumo. Algo que la directora de Moda.es, Pilar Riaño, considera especialmente positivo después de un 2016 de previsiones pesimistas debido a la inestabilidad política.
Las empresas de moda nacionales sortearon parte de la crisis gracias a su fuerte apuesta por la internacionalización, que permitió paliar los efectos de la caída del consumo en España. El año pasado, el 39% de su facturación procedió del extranjero y rozó los 23 millones de euros. Sin embargo, aunque la cifra de negocio en el exterior sigue creciendo, su peso en las ventas totales cae a medida que el mercado nacional se recupera. No obstante, esto no implica que las empresas relajen sus planes de expansión internacional: siete de cada diez confían en que sus exportaciones sigan creciendo a lo largo de este año.
En este sentido, las firmas de moda prefieren pisar sobre seguro y el 71% se decanta por mercados ya maduros. El criterio principal para el 32% de las compañías a la hora de definir su plan de expansión es la situación económica del país. Estados Unidos, Francia, México y Colombia son los destinos favoritos de las empresas de moda españolas. Además, este año, se reincorporan a la lista Italia y Rusia, tras años en segundo plano, mientras que Arabia Saudí y Emiratos Árabes pierden peso. Por su parte, Perú es uno de los países favoritos para expandirse por Latinoamérica gracias a su creciente desarrollo económico.
El informe considera que la dificultad para alzar precios es la principal flaqueza del sector de la moda en España. La crisis económica generó una guerra de precios en la que las ofertas fueron el principal arma para seguir atrayendo a los consumidores. No obstante, a pesar de que la economía ha mejorado, los precios siguen sin subir y el 74% de las marcas de moda cree que estos continuarán estables durante este año. Además, aunque el 51% de las empresas reconoce que los descuentos son útiles para elevar las ventas, siete de cada diez cree que esta política será negativa en el largo plazo, pero solo el 6% cree que esta desaparecerá.