La pequeña empresa temerosa por los ataques al turismo
Cepyme ha alertado del peligro que implican los ataques y el vandalismo contra la actividad turística.
El turismo genera el 11% de nuestro PIB, lo que lo convierte en uno de los grandes creadores de empleo y un factor clave de la balanza comercial. Solo en el primer semestre del año ha generado ingresos superiores a los 37.000 millones de euros y las previsiones apuntan a que 2017 se cerrará con un récord que superará con creces los ochenta millones de turistas.
Es por ello que las pymes se muestran temerosas ante los ataques que está experimentando esta industria. En concreto, Cepyme ha alertado del peligro que implican los ataques y el vandalismo contra la actividad turística. Estos, a su juicio, proceden de ámbitos sociales y políticos caracterizados por legitimar y fomentar el incumplimiento de la Ley, incluso con violencia.
Al respecto, avisa del peligroso silencio, cuando no colaboración explícita, “que reciben de algunas administraciones”. “Las amenazas y el matonismo se están extendiendo indiscriminadamente en muchos lugares contra la actividad turística”, ha lamentado, para añadir que estas prácticas están poniendo en peligro la evolución de un sector “clave de nuestra economía” y, con ello, “obstaculizando el proceso de recuperación económica y la creación de empleo”.
Para esta organización el turismo presenta importantes efectos dinamizadores sobre el conjunto de la economía española, “muy especialmente para todo un tejido” de pymes y autónomos que está dedicado totalmente a la actividad turística o recibe de ella un impulso decisivo.
Como ejemplo de esta importancia enumeran las actividades derivadas de la hostelería, el transporte y la restauración fundamentalmente, pero también todos los servicios e industrias asociados, las actividades culturales y de ocio, y muy diversas industrias suministradoras, especialmente las de alimentación y bebidas, se apoyan en el turismo para afianzar su crecimiento, su rentabilidad y su capacidad de crear empleo.
En opinión de Cepyme el sector turístico español, “que está inmerso en un proceso continuo de mejora de sus niveles de calidad, seguridad e impacto de su actividad”, no necesita nuevas regulaciones más restrictivas, sino que se apliquen las existentes “con equidad y eficacia” y respetando la labor que vienen desarrollando millares de empresas que han convertido a España en uno de los modelos turísticos a imitar en todo el mundo.