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Las familias destinan el 7% de su renta a intereses frente al 11,5% de 2007

Los hogares y las empresas reducen 50 puntos su deuda desde 2010 El principal foco de preocupación está hoy en el sector público

Coste de la deuda para hogares y empresas
Alejandro Meraviglia

Cuando la crisis económica golpeó a España a partir de 2007, una de sus principales debilidades era el elevado endeudamiento privado. Empresas y hogares tiraron en exceso del crédito en los años de bonanza y ello les dejó en una situación de indefensión cuando las turbulencias financieras echaron por tierras las bases sobre las que se sustentaba la economía española. Las familias y los hogares han tenido que hacer frente a una corrección sin precedentes, que ha sido dolorosa y que se ha llevado por delante a muchas empresas y empleos.

En el último número de Cuadernos de Información Económica, editado por Funcas, el catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia, Joaquín Maudos, analiza la magnitud del ajuste en el sector privado. Pone el foco en el desapalancamiento y también en la reducción del coste de la deuda. Recogiendo datos del Banco de Pagos Internacionales (BIS), Maudos señala que las empresas destinan hoy el 36,3% de su renta bruta disponible a pagar intereses y en amortizar el principal frente al 71,7% registrado en 2007. En el caso de los hogares, los intereses se llevan el 6,9% de su renta bruta, un importe inferior al 11,5% de 2007.

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Maudos señala que esta ratio es relevante para “analizar la interacción entre los problemas reales y financieros de la economía” y supone también un “indicador adelantado de la crisis sistémica". Un porcentaje elevado refleja el riesgo de elevar la morosidad o, incluso, generar una crisis bancaria. “De forma paralela, cuanto mayor sea el porcentaje de la renta que empresas y familias destinan a hacer frente a la carga de la deuda, menor será la inversión y el consumo, y, por tanto, el crecimiento económico”, señala Maudos en su artículo.

La caída del coste de financiación y el desapalancamiento está detrás de la mejora de la solvencia de las familias. El 6,9% de la renta que destinan las familias a intereses y amortizaciones es similar al nivel registrado en Alemania o Francia. Está por encima de Italia y muy por detrás del Reino Unido.

Maudos destaca que solo en intereses pagados, las empresas y familias han reducido en 83.000 millones la carga financiera desde 2008 y concluye que para que “siga cayendo, es necesario que continúe el desapalancamiento y que el coste de financiación se mantenga en niveles razonables”. Advierte de que, en caso contrario, aumentará nuevamente la vulnerabilidad en el sector privado.

En este sentido, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, mantuvo ayer los tipos de interés en el 0% y la organización trasladó el mensaje de que los tipos tardarán en subir.

Respecto al stock de deuda, los datos oficiales reflejan cómo los hogares y las familias han ido acercándose hacia la media europea. En el caso de las familias, la deuda llegó a suponer el 134% de su renta bruta, una cifra que ha ido mejorando hasta situarse en el 107,2% registrado en 2015. El porcentaje sigue siendo superior a la media europea, cuyo pasivo supone el 94% de la renta. En porcentaje sobre el PIB, la deuda de las familias se sitúa en torno al 65%, por encima de Italia (41,7%), Alemania (53,3%) y Francia (57,2%).

El artículo publicado por Funcas destaca que las empresas y familias españolas han reducido su deuda en 482.000 millones desde 2010, lo que suponen 50 puntos porcentuales de PIB.

El proceso de desapalancamiento del sector privado ha ido acompañado de un incremento exponencial del endeudamiento público. El conjunto de la Administración presentaba un nivel de deuda muy bajo cuando se inició la crisis, lo que ofreció un colchón vital que permitió a España evitar el rescate total de su economía. En 2007, la deuda pública en España era del 35,6% del PIB y hoy se mueve en torno al 100%. El elevado déficit público, el rescate bancario y los mecanismos de financiación para los entes territoriales están detrás del incremento del pasivo público. El Gobierno prevé que la ratio de deuda irá bajando, sin embargo, el proceso será lento. Harían falta superávits primarios relevantes para lograr una reducción vigorosa. El FMI ya alertó esta semana que la elevada deuda pública deja a España en una posición de debilidad ante hipotéticas turbulencias financieras.

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