Amovens reta a BlaBlaCar en Francia tras captar cinco millones de financiación
La aseguradora francesa Macif se hace con el 10% de la empresa, a una valoración cercana a los 60 millones La ‘startup’ ya suma un millón de usuarios en España
Amovens, la alternativa española a BlaBlaCar, lanza un órdago a su rival galo. La startup, adquirida por la danesa GoMore en 2015, acelera en el mercado francés –el país de origen de su competidor– tras cerrar una ronda de financiación de cinco millones de euros. La inyección a GoMore (que en España sigue operando como Amovens) ha estado liderada por Macif, una de las aseguradoras más importantes de Francia, que toma alrededor del 10% de la empresa, a una valoración cercana a los 60 millones de euros.
El consejero delegado de la startups, Mario Carranza, explica a CincoDías que más de la mitad de esos fondos se usarán para crecer en Francia, porque es el mercado “más relevante” del mundo de la economía colaborativa en Europa. Pero, asegura que ese será el principio de su expansión internacional. “Queremos aumentar nuestra comunidad de usuarios, pasar del millón que tenemos actualmente en España a 20 millones en tres años como consecuencia de crecer en España y de nuestro desembarco en otros países”.
Carranza, que habla de mercados potenciales como el alemán, el belga, el italiano, el noruego o el sueco, defiende que esa cifra no es “ninguna locura”, pues apunta que la economía colaborativa permite crecer mucho y muy rápido. “Basta ver cómo hemos pasado en un año de tener 500.000 usuarios en España a un millón, y ello sin tener apenas presupuesto. Ahora, con esta inyección de capital vamos a conseguir ese crecimiento atacando nuevos mercados geográficos”. GoMore cuenta con una comunidad de 500.000 usuarios en Dinamarca.
El directivo, que formó parte de Cabify, confía plenamente en la apuesta de su compañía por Francia, y asegura que la circunstancia de que sea la casa de BlaBlaCar es algo anecdótico. “El hecho de que ellos sean tan fuertes allí es consecuencia de que ese es un mercado altamente abierto a la economía colaborativa”.
Para el directivo, la principal ventaja competitiva de Amovens en el país galo será la misma que en España: “Ser los únicos que ofrecemos tres servicios: viaje compartido (donde competimos con BlaBlaCar), alquiler de coches entre particulares (donde rivalizamos con Drivy, también francesa, lo que nos llevará a vernos en el mercado francés) y renting a particulares. Para dar este último servicio, la compañía cuenta como socio con LeasePlan. También los alquileres en Amovens están asegurados a todo riesgo por Allianz.
Fuerte crecimiento en un año
Carranza defiende que la oferta de movilidad integral que ofrece su compañía les ha permitido pasar de ser un desconocido a mover más de 200.000 personas al mes y competir con el gigante del viaje compartido BlaBlaCar. Además, ya contamos con 6.000 propietarios que comparten gastos alquilando sus coches a través de Amovens (solo un año después de lanzar este servicio), y hemos distribuido 1.000 coches en renting.
El directivo cuenta que el crecimiento que han tenido en el último año (en 2016 facturaron 124.000 euros y este año prevén alcanzar el millón de euros y ser rentables) está despertando el apetito inversor hacia su compañía, que está ya preparando otra ronda de inversión, de la que aún no dan detalles. “Aunque los fondos tradicionalmente han invertido en empresas que hacen bien un vertical (viaje compartido, alquiler de coche, reparto de comida...) y veían nuestra fórmula como algo complejo, ahora entienden que la movilidad del mañana tiene dos elementos que reúne Amovens: un mayor foco en compartir y la integración de servicios”.
Según Carranza, ofrecer varios servicios les permite ser más generosos en la oferta al usuario y crecer de forma más orgánica. “Con el uso del servicio de coche compartido, ganamos crédito para alquilar un coche. Y si tras un año de hacer viajes compartidos, encuentras tu primer trabajo y quieres tener un vehículo, igual te inclinas por nuestro renting de coches y cuando no lo uses lo alquilas”.
El directivo no duda de que Amovens está lista para alcanzar a BlaBlaCar, que tiene 3,5 millones de usuarios en España. “A nivel global la situación de BlaBlaCar situación es delicada: no están siendo rentables, están cerrando mercados y están subiendo comisiones. Han perdido flexibilidad y la gente lo está notando y está prefiriendo utilizarnos a nosotros”. Según Carranza, la comisión de su rival puede ir de un 20% a un 30%, y la suya desde 0 euros, si se paga en efectivo, hasta un euro máximo si pagas online. Así, encontrarás trayectos, por ejemplo de Madrid a Sevilla, que cuestan 20 euros en Amovens y 30 euros en BlaBlaCar".
De cualquier manera, en lo que insiste el ejecutivo es en su creencia de que tener un coche en propiedad no es "una forma inteligente de consumo". Y da un dato del informe Cuentas Ecológicas del Transporte de Ecologistas en Acción: "Los coches en España pasan de media un 97% del tiempo aparcados. El problema real es que hay más coches aparcados en las calles de España, que españoles con empleo fijo. Queremos ser parte de la solución”.
La demanda a BlaBlaCar, admitida a trámite
Amovens presentó una demanda hace unas semanas a BlaBlaCar por espionaje industrial que esta semana fue admitida a trámite en el juzgado de lo mercantil número 2 de Madrid . Su rival niega que haya utilizado malas artes para conseguir información sobre Amovens, pero Carranza insiste en que no es cierto. “Las startups tenemos la obligación de ser honestas y BlaBlaCar no lo ha sido. Durante meses han introducido un robot informático en Amovens que extraía información acerca de nuestra actividad en viaje compartido. Estudios de mercados hacemos todos, acceder con un usuario falso para extraer de manera masiva información privada de un competidor con fines comerciales es algo muy distinto. No tengo duda de que el juez así lo verá. Por lo pronto, ellos ya han dejado de hacerlo”.
Carranza no sabe cuándo llegará la resolución, pero sí insiste en que con esta demanda lo que buscan es poner fin a este tipo de conductas, “que están fuera de lo que son los valores de las startups y de la economía colaborativa”. “Estamos en el negocio de la confianza y el reto final para que la gente alquile su coche o comparta viaje se basa en que haya un entorno de confianza. No tiene sentido alguno hacer prácticas de este tipo”, recalca.