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Jorge Vidal: "Pensamos primero en la mujer porque es más vanguardista"

El presidente de Miss Sushi vio una oportunidad en empezar en plena crisis Al empezar en una ciudad pequeña como Valencia fue más fácil llegar a la gente

Jorge Vidal, presidente de Miss Sushi en su despacho en Pozuelo de Alarcón.
Jorge Vidal, presidente de Miss Sushi en su despacho en Pozuelo de Alarcón.Manuel Casamayón

A Jorge Vidal (Villarreal, 49 años) le dijeron el primer día de carrera –Económicas y Empresariales– que los mejores negocios se suelen fomentar en época de crisis “porque se sale reforzado y para cuando la situación ha mejorado, ya se tiene un nicho de mercado importante”. Por eso, poner en marcha Miss Sushi en pleno 2008 fue visto más como una oportunidad que como un problema.

Él y el resto de socios fundadores eran unos apasionados de la comida japonesa, pero consideraban que era muy cara y que no estaba al alcance de todo el mundo, así que pensaron en adaptarlo y democratizarlo sin rebajar la calidad por ello. Vidal confiesa que “el secreto para un precio más económico está en los volúmenes; si en nuestros restaurantes entrara poca gente al día, tendríamos que tirar mucho producto y no podríamos mantener estos precios”. Por eso tiene claro que “Miss Sushi no es un restaurante que pueda estar en todas las ciudades, pues se necesita un núcleo de población importante”. A pesar de solo poder orientarse a poblaciones con unas características muy concretas, planean pasar de los 22 restaurantes actuales a los 40 para el año que viene.

Vidal es consciente de que, según el criterio anterior, lo más lógico hubiera sido empezar en Madrid o Barcelona, pero se iniciaron en Valencia por comodidad ya que ninguno de los socios quería mudarse. Sin embargo, desembarcar en una ciudad de menos de un millón de habitantes no fue un problema en este caso, pues “en un sitio pequeño y en plena crisis, era más raro que abriera un nuevo local, así que llamamos la atención y fue más fácil llegar a la gente”, explica. Aunque, sin duda, una de las claves del éxito de Miss Sushi es su diseño: llamativo y muy femenino. Para Vidal, este punto siempre estuvo claro, pues “desde el primer momento empezamos el restaurante pensando en la mujer, la veíamos como nuestro nicho de entrada, pues siempre van más a la vanguardia, y después, arrastran al hombre”.

El empresario reconoce que a los puristas del sushi seguramente no les guste Miss Sushi, pues han occidentalizado muchos platos. Él se pide un Osi Suhi (nigiri de foie con manzana caramelizada) siempre que acude a uno de sus establecimientos y procura tener en su despacho algún elemento de la decoración del restaurante , “para tener presente qué es lo que hacemos”. Aunque admite que, “para bien o para mal, lo que es fundamental tener cerca es el ordenador y el teléfono”. También valora la luz en el lugar de trabajo, por eso, aunque se divide entre su despacho en Castellón y el de Madrid, confiesa que lo que más le gusta del de la capital son los grandes ventanales que tiene.

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