El EUR en máximo de 10 meses
El euro se apreció con fuerza ayer frente al dólar hasta alcanzar su nivel más alto desde septiembre de 2016, después de que Mario Draghi, presidente del BCE en su intervención en el foro anual de banca central en la localidad portuguesa de Sintra anticipase que "un ajuste gradual" de su política monetaria se producirá en cuanto los indicadores económicos lo justifiquen. Aunque añadió que "cualquier ajuste [...] debe hacerse gradualmente y sólo cuando la mejora de las dinámicas que lo justifiquen parezcan ser suficientemente seguras", el tema de la normalización de la política monetaria del BCE reaparece.
Casualmente hace unos días el BIS (Banco Internacional de Pagos) recomendaba a los bancos centrales continuar con la "normalización" de sus políticas monetarias para evitar el calentamiento de la economía pero habrá que hacerlo de una manera gradual y transparente para dañar lo menos posible a los mercados.
En el plano meramente económico destacar su discurso positivo en el que resaltaba el "crecimiento robusto" que están registrando varios países y sectores económicos y aseveró que "las políticas monetarias han cumplido su papel para colocar la economía en este camino favorable" aunque la zona euro aún requiere de un apoyo monetario “considerable” y el repunte de la inflación dependerá también de condiciones financieras favorables a nivel mundial.
Por último, en cuanto a los temores políticos del euro, Draghi recalcó que "... los gritos por la defunción de la Unión Europea y del euro se han convertido en susurros que apenas se oyen..." aunque reconoció que "...los problemas todavía no se han esfumado".
Por la tarde, Yellen apenas añadió nada resaltable en cuanto a los posibles movimientos de tipos en los EEUU. A este respecto, se mantiene la controversia sobre el futuro de los tipos de interés en lo que queda de 2017. Ya nos hicimos eco de los resultados de la encuesta “dot plot” del último FOMC en el que la mediana de la distribución sugiere una ajuste más al alza en este año. Sin embargo, el mercado, por su parte, estima en cerca de un 40% las probabilidades de que tenga lugar una nueva subida frente al 54,4% estimado de que las actuales condiciones se mantengan (el resto, 5,6% atribuye un escenario de más alzas). Esta discrepancia entre la opinión de los gestores de la política monetaria de la Fed y el propio mercado es todavía más controvertida si analizamos el 2018. En concreto, la mediana del panel del FOMC sugiere 3 nuevos movimientos para el próximo año mientras que el mercado estima que apenas se produciría un alza del +0,25%
¿Qué factores están primando unos y otros para esos pronósticos? ¿Quién tendrá la razón el mercado o la Fed? Es muy probable que los inversores estén contemplando la generalizada moderación de los precios en las principales economías como un indicio de que no debe existir prisa para endurecer la política monetaria. Por su parte la Fed mantiene su confianza en la curva de Phillips y considera que simplemente los efectos se han trasladado a tasas de desempleo más bajas. Asimismo los inversores comienzan a calibrar la longevidad del actual ciclo expansivo y el escaso crecimiento potencial de la economía, circunstancias ambas que no invitan a una elevación continuada del precio del dinero.
Es muy posible que la Fed quiera limitar los riesgos de una burbuja financiera. Si hacemos repaso además las dos últimas recesiones estuvieron muy vinculadas al ciclo de crédito/inversión: la del 2000 fue una burbuja de inversión (empresas tecnológicas) y la de finales de 2007 una burbuja y crisis de crédito. Esta circunstancia cobra todavía más énfasis dado que las condiciones monetarias se han moderado incluso más desde diciembre habiendo existido, como hemos comentado, dos alzas de tipos de interés.
Por último, y excediendo lo razonable y aventurando unas capacidades que no ha demostrado en el pasado, indicó "... los bancos están más preparados para una crisis que nunca en su historia [...] creo que estamos más seguros y espero que no ocurra (una crisis) durante nuestra vida ...".
Creo que ya esta poniendo las piezas para que todo ello ocurra.
«Grand Caprice on Schubert's Der Erlkönig», Op. 26
de Heinrich Wilhelm Ernst
Irène Duval (violin)
Las más de las veces sobran las palabras para contar lo importante. El violin, sin el recurso a la palabra, deja a las claras quien habla en cada momento. Sus ansiedades, sus miedos y su final.