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El plan sanitario del Senado de EEUU sigue siendo peor que Obamacare

Hace más concesiones que el proyecto del Congreso Pero hay grandes recortes en Medicaid, que da cobertura a los pobres

Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado de EE UU, junto a otros senadores de su partido, en Washington DC.
Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado de EE UU, junto a otros senadores de su partido, en Washington DC.REUTERS

El plan de salud del Senado de EE UU sigue siendo peor que el que pretende reemplazar. Después de semanas de secretismo, los republicanos dieron a conocer el jueves su alternativa a Obamacare: Better Care Reconciliation Act. A diferencia del proyecto de ley aprobado el mes pasado por el Congreso, este mantiene las ayudas según los ingresos, pero para menos personas. También hay grandes recortes en Medicaid, que cubre a los pobres, y es probable que millones de personas pierdan la cobertura.

Es el tercer intento de las Cámaras en pocos meses por reemplazar Obamacare, tras siete años prometiendo hacerlo. El presidente, Donald Trump había dicho a los senadores que el plan del Congreso era demasiado “mezquino”. Así que los senadores han hecho algunas concesiones. Mantienen la disposición de Obamacare que prohíbe negar la cobertura o cobrar más por enfermedades preexistentes, por ejemplo.

Pero hay muchas cosas a las que se opondrán los moderados. Por ejemplo, cancela a partir de 2020 los planes de Obamacare para ampliar Medicaid. Otro juego de manos implica vincular la financiación de Medicaid a la inflación general en lugar de a la propia de los costes médicos, que es mayor.

Los senadores republicanos también quieren reducir los créditos fiscales para las personas pobres que necesitan tratamiento, reduciendo el tope para la elegibilidad al 350% del umbral de pobreza de EEUU; Obamacare la fijó en el 400%.

Además, el proyecto de ley contempla otorgar a los Estados margen adicional para que se abstengan de hacer cumplir ciertos reglamentos. Esto abre la posibilidad de que las aseguradoras denieguen la cobertura de todo tipo de cuestiones, desde el cáncer hasta la asitencia por maternidad.

El proyecto del Senado no es de ninguna manera la última palabra sobre el sustituto de Obamacare. El plan todavía debe ser valorado por la Oficina Presupuestaria de las Cámaras. Y, al igual que el proyecto del Congreso, es probable que viva una serie de cambios antes de ir a votación. Su estado actual, sin embargo, puede hacer que los senadores sufran la arrogancia de Trump por insistir en la tacañería.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de Cinco Días.

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