El Eurogrupo prepara otro parche de 8.000 millones para Grecia
Berlín y el FMI acercan posiciones para liberar otra partida de préstamos Atenas se resiste y reclama medidas de alivio de la deuda
Los ministros de Economía de la zona euro (Eurogrupo) esperan pactar esta tarde en Luxemburgo el enésimo parche para Grecia tras siete años de rescate. Un remiendo de 8.000 millones de euros diseñado para encajar las necesidades de financiación de Atenas, que afronta importantes vencimientos en julio, con el calendario electoral de la canciller Angela Merkel, que en septiembre se juega su cuarto mandato en unas elecciones generales.
El acuerdo de hoy, según fuentes europeas, permitiría aparcar las diferencias entre el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, y el Fondo Monetario Internacional, que exige una reestructuración de la deuda griega sin quitas, pero aún así inaceptable para Alemania a tres meses de una cita con las urnas.
Pero el ministro griego de Finanzas, Euclid Tsakalotos, se resiste a aceptar ese pacto y exige que se concreten las medidas de alivio previstas para el final del rescate en 2018. El Eurogrupo, sin embargo, confía en que Tsakalotos acabe hoy aceptando.
El compromiso, según esas fuentes, pasa por dar el visto bueno al último programa de reformas y recortes aprobado por el gobierno de Alexis Tsipras, lo que permitirá liberar nuevos préstamos del tercer rescate, dotado con 86.000 millones de euros, de los que ya se han desembolsadóo 31.700 millones. Atenas no recibe un euro desde octubre de 2016 por las discrepancias entre la troika y el gobierno de Tsipras sobre el alcance de las reformas y los recortes.
Al mismo tiempo se espera consensuar con la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, una declaración a largo plazo sobre el alivio de la deuda griega que podría concederse en 2018 si Berlín lo considera conveniente. El texto abriría la puerta para que el FMI respalde el rescate y continúen la troika, aunque la institución sigue negándose a poner un solo euro. El Gobierno de Merkel necesita el apoyo del FMI, aunque sólo sea teórico, para que su parlamento apruebe la concesión de nuevos préstamos a Atenas.
El acuerdo se espera que llegue acompañado de las consabidas y hueras palabras sobre la posible recuperación de la economía griega y la progresiva estabilización de su sector financiero. Un mantra que se repite desde el comienzo del rescate en 2010 y que debe sonar como una letanía insufrible a los griegos que siguen en el paro (23,2% en abril) y, sobre todo, a los jóvenes (47,9% de paro, el triple que la media de la UE). Los que cumplieron la mayoría edad con llegada de la troika en 2010 ya tienen 26 años y todavía no han visto resultados demasiado tangibles.