Victoria, la ciudad más pacífica de la pacífica Canadá
Localizada en la Isla de Vancouver, es la capital de la Columbia Británica De herencia inglesa, asiática e indígena, es lugar emblemático de retiro
Hasta no hace mucho era para los canadienses un auténtico parque temático inglés, la ciudad más británica y, seguramente, más refinada de Norteamérica. Hoy podemos decir que Victoria, capital de la Columbia Británica, enclavada en el borde sureste de la Isla de Vancouver, va mucho más allá de sus raíces europeas, asiáticas o indígenas.
Sus calles inmaculadas de edificios coloridos parecen pintadas cada día, su gente apacible parece anestesiada por la brisa del Pacífico y su elegante puerto parece de juguete. Si hablamos de calma, de equilibrio natural, Victoria va un paso más allá, pero no nos confundamos, que aquí no se aburre nadie.
Es una ciudad pequeña, de apenas 380.000 habitantes, y que vive por y para el mar; nutrida por grandes parques de exuberantes jardines y de largos paseos litorales, donde el viento golpea fuerte contra los arenales. En medio de toda esta riqueza natural se ha ido gestando desde hace dos décadas una revolución silenciosa impulsada por jóvenes artistas y bohemios que se han apoderado de multitud de pubs, cafés, restaurantes y tiendas para dar su toque personal al espíritu victoriano.
Inner Harbour, el punto de mayor efervescencia, rebosa de gente paseando, artistas y conciertos clandestinos
Como no podía ser de otra manera, nuestro recorrido comenzará por el puerto, Inner Harbour, el punto más efervescente de la ciudad, rebosante de gente paseando, representaciones de artistas y conciertos de música clandestinos. Aquí les gusta navegar y enseguida se nota, ya que elegantemente se apilan, uno tras otro, preciosos veleros preparados para izar anclas rumbo al estrecho de Juan de Fuca, frontera entre Canadá y EE UU. El puerto es a su vez punto de partida de excursiones en barco para observar la fauna marina y también para hacer vuelos en hidroavión y ala delta y pesca deportiva.
De entre sus edificios antiguos destaca el hotel Fairmont Empress y otros tan emblemáticos como el Royal British Columbia Museum, con una genuina colección histórica de más de siete millones de artículos, o el edifico del Parlamento, uno de esos puntos ineludibles de Victoria.
Desde 1898 luce inmensas cúpulas (33) de cobre, está elegantemente iluminado por la noche y es de estilo victoriano, faltaría más. Junto a Government Street aparece el barrio chino, el más antiguo de Canadá, que fue alguna vez la ciudad prohibida, llena de misterio e intrigas, de sociedades secretas y antros de opio.
Antes de seguir el paseo litoral de Dallas Road hasta sus playas y el parque de Beacon Hill, deténgase en Fishermen Wharf, bordeando la bahía por su lado sur. En este pintoresco malecón podrá relajarse al sol, probar el mejor marisco en sus animadas terrazas y divisar ballenas y leones marinos. Mucho cuidado con darles de comer, más viendo lo sucedido en Richmond entre la foca y la niña, cerca de aquí.
El parque Beacon Hill es un enorme vergel, acariciando el mar, con incontables caminos entre praderas, exuberantes jardines y estanques. No puede decir que ha estado en Victoria si no ha hecho pícnic como un local más.
Guía para el viajero
Capital ciclista. Victoria se localiza en el extremo sureste de la Isla de Vancouver, frente a la costa occidental canadiense. Se puede llegar en ferri desde Vancouver o en avión desde España. Para moverse por aquí alquile una bicicleta y tome uno de los espectaculares recorridos como la Ruta Costera, el Sendero del Galloping Goose y la Senda Lochside descubriendo sus maravillas naturales.
¡Por allí resopla! Victoria es famosa por su fauna marina: orcas, ballenas, delfines, tortugas, focas o leones marinos; las excursiones hacia el estrecho de Juan de Fuga y Oak Bay, de tres horas, para divisar estas especies son muy populares. Las expediciones pueden hacerse en rápidas lanchas zódiac o cruceros en yates y veleros.
Comida victoriana. Su gastronomía es tremendamente joven e innovadora. Además, es el segundo lugar de Norteamérica en número de restaurantes per cápita. Desde salones de té, de gran arraigo, hasta restaurantes internacionales y de la conocida cocina de la isla con mariscos del Pacífico, productos isleños y quesos locales. Muchos establecimientos ofrecen vinos de la propia isla.