La guerra entre fondos pasivos y activos acabará en un alto el fuego
Los gestores perdieron 1,8 billones de euros durante la última década Hay esperanza para ellos, a medida que la Reserva Federal aumente los tipos
La batalla entre los gestores de inversión activos y los pasivos está haciendo estragos, pero acabará en un alto el fuego. Los gestores activos de EE UU perdieron un récord de 284.000 millones de euros en activos el año pasado, mientras que los fondos pasivos, como los seguidores de índices que invierten según reglas o algoritmos, ganaron 447.000 millones. En Europa, los fondos activos de renta variable perdieron 44.000 millones, mientras que los pasivos ganaron cerca de la mitad. A nivel mundial, los gestores perdieron 1,8 billones de activos durante la última década. Sus honorarios son bajos, y no superan sus retornos en el agregado.
Hay esperanza para ellos, a medida que la Reserva Federal aumente los tipos y la intervención del banco central se desvanezca. Eso podría hacer que activos como acciones y bonos estén menos correlacionados, y las acciones de las empresas más débiles estén menos infladas. Eso beneficiaría a los fondos activos. En todo caso, es probable que la retirada de los bancos centrales sea muy lenta.
El sector pasivo seguirá siendo enorme, eso sí. Jefferies esperan que en dos años suponga el 50% del mercado de acciones, frente al 45% actual. No hay razón para pensar que Europa, donde la aceptación de los pasivos es solo del 30%, no vaya detrás.
Los gestores activos pueden apostar por áreas más difíciles como los emergentes o los bonos de alta rentabilidad. Los seguidores de índices tienden a comprar los valores más líquidos y sufren mayores costes operativos, lo cual deja más margen para que los activos los superen. También podrían sacrificar rentabilidad para mantener cuota de mercado.
El tiempo también puede curar. A medida que la competencia erosione los honorarios y los pasivos tengan un mercado cada vez mayor, a los gestores que queden debería resultarles más fácil superarlos. Cuanto más activos se gestionen mediante índices pasivos, más probable es que los precios de los activos vayan en manada cuando los mercados suban o bajen. Los índices ponderados por el mercado también pueden distorsionar los precios, lo cual premiará a las empresas con un aumento de su valor. El fenómeno de la inversión pasiva es real, pero tendrá sus límites.
Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de Cinco Días.