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Las grandes eléctricas, excepto Acciona, acudirán a la subasta de renovables

Las empresas de Unesa vuelven a presentarse pese a haber quedado fuera en la anterior Sobre la puja pesa la denuncia de los fotovoltaicos que han pedido su suspensión

Parque eólico de Gas Natural Fenosa.
Parque eólico de Gas Natural Fenosa.
Carmen Monforte

Las cinco grandes compañías eléctricas integradas en Unesa (Endesa, Iberdrola, Gas Natural Fenosa, EDP Renovables y Viesgo) han confirmado que acudirán a la segunda subasta española para la adjudicación de potencia renovable incentivada que se celebra mañana. También estas compañías acudieron a la primera subasta, organizada en enero de 2016 por el Gobierno, cuyo resultado se consideró un fracaso pues se adjudicó con una prima (precisamente, la que se subastaba) cero.

También, como en aquella ocasión, Acciona, la mayor de las eléctricas independientes, no se presentará a la subasta, según fuentes próximas a la compañía. Al menos, esa era la intención, aunque la decisión final se tomaría a última hora, añaden las mismas fuentes.

Todas las grandes eléctricas quedaron fuera (salvo EDPR) y resultaron ganadores empresas pequeñas y desconocidas en el sector, la principal, la aragonesa Forestalia.

En esta ocasión, la puja es tecnológicamente neutra, esto es, se subastarán 2.000 MW de potencia de cualquier fuente de energía renovable (eólica, fotovoltaica, etc.). Esa capacidad es ampliable a 3.000 MW en la misma sesión, si si el resultado ofrece precios competitivos.En la del año pasado, se adjudicaron dos cupos cerrados: 500 MW eólicos y 200 MW de biomasa.

Las condiciones de la que tendrá lugar mañana han sido muy polémicas y, de hecho, la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) ha pedido su suspensión ante el Tribunal Supremo, al que solicitó, sin éxito, la aplicación de una medida cautelarísima. Esta asociación ha denunciado que se trata de una subasta que favorece a la eólica y discrimina a la fotovoltaica.

La subasta verde repite el método de sobre cerrado y sistema marginalista, según el cual, los participantes interesados pujarán a la baja y la oferta más barata marcará el precio para todos los megavatios adjudicados. Por tanto, se llevará el gato al agua quien esté dispuesto a realizar sus proyectos con la menor inversión. Esto favorecerá la especulación y que se adjudiquen, como ocurrió la otra vez, proyectos con rentabilidades irreales, consideran los críticos.

Una vez conocido el valor de la inversión inicial y el resto de parámetros retributivos, se calculará para cada oferta la retribución a la inversión y el cociente entre esta retribución a la inversión y el número de horas estándares de funcionamiento. Este es el motivo de la discriminación de la fotovoltaica que alega UNEF, pues a la eólica se le atribuyen mayor número de horas anuales, por lo que a igual resultado, gana esta.

Uno de las críticas a la subasta está en el propio sistema de retribución de las instalaciones de renovables, sin garantías a partir de 2020. El complejo sistema de parámetros o estándares que sirven para retribuir la inversión de cada instalación aprobada en 2014, tiene una vigencia de seis años, revisable, en el caso del parámetro de precios, a los tres años.

El principal problema para el sector es la inseguridad en la retribución a partir de 2020, justo cuando deberían estar terminados los proyectos que se adjudiquen mañana. Mientras en los próximos tres años el precio de mercado (que se salda luego con el precio real del mercado) se fija según la cotización de los mercados de futuros, a partir de 2020, regirá el mismo de 2014 (52 euros MWh). Esto supone 10 euros MWh por encima del precio medio considerado para el periodo comprendidos entre 2017 y 2019. Una desviación que tendrá un impacto de -200 millones de euros en la retribución específica de las renovables, según criticó la propia CNMC, si bien, el Ministerio de Energía ha mantenido ese precio.

Una vez aportados los avales correspondientes, la potencia será inscrita en el registro de régimen retributivo específico en estado de preasignación. La subasta la organiza el operador del mercado (OMIE) y será validada por la CNMC.

Condiciones de la puja

Las interesadas en la subasta que se celebra mañana y se adjudica mañana, entregaron la documentación para ser precalificadas (condición necesaria para concurrir) el 11 de mayo.

Se trata de una subasta marginal a precio cerrado y es neutral tecnológicamente. Se adjudican 2.000 MW ampliables a 3.000 MW aplicando una regla confidencial (desconocida) de la subasta.

Se permiten descuentos negativos si bien el retorno de la inversión tendrá valor cero. Esos descuentos son diferentes por tecnología pero igualan el sobrecoste unitario mínimo en todas las tecnologías a -9,462 €/MWh.

La subasta es neutral tecnológicamente pero en caso de empate se adjudica a la tecnología con mayores horas de generación (la eólica)

u El importe inicial de avales es de 60 €/kW, así como su reducción en función del cumplimiento de hitos intermedios. El plazo para entrar en explotación es el 31 de diciembre de 2019.

Sobre la firma

Carmen Monforte
Es redactora de Energía de Cinco Días, donde ocupó también los cargos de jefa de Especiales y Empresas. Previamente, trabajó como redactora de temas económicos en la delegación de El Periódico de Cataluña en Madrid, el Grupo Nuevo Lunes y la revista Mercado.

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