China, Milan y Elliott, extraños compañeros de cama
La entrada del 'hedge fund' en la compra del club revela las dificultades de los inversores asiáticos
El fútbol tiene una manera curiosa de juntar a la gente. El gigantesco hedge fund estadounidense Elliott parece dispuesto a salvar la compra del AC Milan por parte de un consorcio chino por 740 millones de euros. No se conocen detalles sobre el acuerdo, pero si Elliott acaba aportando 300 millones, como informan fuentes cercanas, seguro que exigirá alguna forma de garantía. Es casi la última opción que elegiría un prestatario que busque financiación barata.
En tiempos más felices, los compradores podrían haber conseguido préstamos blandos de los bancos estatales de su país
La compra apalancada del Manchester United por parte de la familia Glazer en 2005 fue financiada por un trío de hedge funds que ofrecían préstamos con pago en especies al 14,25%. Y los Glazer, dueños de los Tampa Bay Buccaneers de fútbol americano, eran mucho más conocidos que Li Yonghong, el obscuro empresario que lidera la compra del Milan.
Eso dice mucho sobre las opciones del licitador. En tiempos más felices, los compradores chinos podrían haber conseguido préstamos blandos de los bancos estatales, especialmente cuando aspiraban a acuerdos de aparente interés nacional, y más dada la afición del presidente Xi Jinping por el fútbol. Pero ahora China está limitando el movimiento de capitales al extranjero. A principios de este mes se supo que China Construction Bank –precisamente la clase de jugador que quieres en tu equipo– se había retirado del acuerdo por el Milan.
Los vendedores occidentales también están abriendo los ojos a los riesgos de vender a contrapartes chinas de las que saben poco. El equipo de Silvio Berlusconi insistió firmemente en cobrar gran parte por adelantado y, gracias a ello, ya se ha embolsado 250 millones. Puede que eso signifique que para Li y sus socios un acuerdo, aun con duras condiciones de financiación, sea mejor que la derrota. Los sueños futbolísticos chinos realmente hacen extraños compañeros de cama.