Por qué no habrá Nexit
No es imposible que el partido del xenófobo y demagogo Geert Wilders (El Partido de la Libertad, PVV) sea el más votado el próximo miércoles, cuando los ciudadanos de los Países Bajos acuden a las urnas. Las encuestas dan una ligera ventaja al Partido Liberal (VVD) del actual primer ministro, Mark Rutte. Desde 2012 Rutte gobierna en coalición con el Partido Laborista (PvdA).
La economía de los Países Bajos es de las más saneadas de Europa. En 2016 se consiguió un superávit presupuestario, y es de los pocos países de la eurozona con un stock de deuda sobre PIB inferior al 60%. Con un crecimiento del PIB del 2,1% en 2016, la economía continuó generando empleo. La tasa de paro ha descendido al 5,3%, y hay más holandeses trabajando en la actualidad que antes de la crisis de 2008. Los salarios también han aumentado. Pero este cuadro económico tan positivo se ha conseguido con medidas de austeridad y reformas estructurales, lo cual ha desgastado a los partidos de la coalición gubernamental y mejorado las perspectivas electorales del partido de Wilders, de los Socialistas y de nuevos partidos que han irrumpido en la escena electoral. Aunque el PVV superara al VVD, ningún partido holandés colaborará ni formará gobierno con Wilders. Los Países Bajos dependen extraordinariamente del comercio. Son el segundo mayor exportador de productos agrícolas del mundo y el quinto exportador de bienes del mundo. Las exportaciones de bienes y servicios generan una tercera parte del PIB de los Países Bajos.
Es posible que Rutte tenga que negociar durante semanas para conseguir volver a formar gobierno. La negativa a permirtir que cargos del gobierno turco celebraran actos en los Países Bajos para publicitar el referéndum del presidente turco Erdogan puede beneficiar al actual primer ministro. Hasta 14 partidos pueden conseguir representación parlamentaria. A Rutte no le faltan partidos para formar otra coalición: los laboristas (PvdA), los liberales D66, los cristianodemócratas (CDA) e incluso los socialistas y Verdes. Si los laboristas no acusan demasiado su apoyo a Rutte desde 2012, una coalición del VVD con los laboristas, el D66 y los cristianodemócratas debería ser suficiente y sería la más idónea para los Países Bajos.