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Unión Europea

Erdogan enturbia las elecciones en Holanda con soflamas antieuropeas

La quinta economía europea vota mañana en pleno conflicto con Turquía

Fotografía facilitada por la oficina de prensa de la presidencia turca que muestra al presidente turco, Recep Tayyid Erdogan, durante un acto del día del Doctor en Ankara, Turquía, hoy, 14 de marzo de 2017.
Fotografía facilitada por la oficina de prensa de la presidencia turca que muestra al presidente turco, Recep Tayyid Erdogan, durante un acto del día del Doctor en Ankara, Turquía, hoy, 14 de marzo de 2017. EFE

Islamistas e islamófobos han forjado una inesperada pinza que se ha apoderado de las elecciones generales de Holanda de este 15 de marzo, la primera cita de un año electoral que puede cambiar el rostro político de Europa. La alianza contranatura parece buscar una radicalización del votante y podría repetirse en las elecciones presidenciales y legislativas de Francia (entre abril y junio) y en las generales de Alemania (en septiembre). Sobre todos esos comicios planea, además, la amenaza del presidente ruso, Vladimir Putin, de quien se temen ataques cibernéticos a los sistemas de escrutinio y connivencia con los partidos más euroescépticos de cada país.

Holanda será el primer país en enfrentarse a ese peligroso cocktail electoral y geoestratégico. La quinta economía de la zona euro vota entre la tensión generada por el discurso antimusulmán de Geert Wilders, líder del PVV, y el repentino conflicto diplomático desencadenado por Ankara contra un país en el que residen casi 400.000 personas de origen turco.

Los analistas dudan sobre la repercusión de las diatribas contra Holanda y contra Europa en el resultado de los comicios, pues pueden reforzar el voto del miedo, que favorece a Wilders, o la apuesta por la estabilidad que representaría el primer ministro actual, el liberal Mark Rutte. Pero nadie duda de que Erdogan ha logrado imponer su agenda y enturbiar aún más la recta final de una campaña electoral marcada por el conflicto étnico y religioso que sacude a Holanda, un país de 17 millones de habitantes con 11,7% de población inmigrante.

Rutte exigió hoy a Erdogan “que se calme y baje el tono”. Y le acusó de haber desencadenado la crisis diplomática del pasado fin de semana al amenazar a La Haya con represalias durante la negociación sobre mítines turcos en suelo holandés.

El espectro de Sbrenica

Pero lejos de calmarse, Erdogan endureció hoy aún más sus exabruptos contra Holanda y contra toda la Unión Europea y llevó su provocación hasta extremos inauditos entre países que mantienen buenas relaciones comerciales y que son aliados dentro de la OTAN.

“El terrorismo de Estado de Holanda causa el mayor daño a Europa”, afirmó Erdogan durante una intervención en Ankara retransmitida para toda Turquía a través de la radio. El deseo de provocar a Holanda llevó a Erdogan a evocar, incluso, la tragedia de Sbrenica de 1995, la matanza de bosnios musulmanes a manos de fuerzas serbo-bosnias cuando se encontraban bajo protección de soldados holandeses.

El tremendo drama provocó años después la caída del Gobierno holandés y continúa pesando como una losa sobre la opinión pública del país. La provocación de Erdogan al reabrir aquella herida parece buscar un choque frontal con La Haya: “Conocemos Holanda y a los holandeses”, dijo hoy, “ conocemos su carácter y su perversa personalidad desde que se masacró a 8.000 bosnios”.

Pero Erdogan no se conforma con atacar a Holanda y hoy zarandeó también a todo el club europeo. “La UE ha dejado de ser un símbolo de la justicia, las libertades y los derechos humanos”, proclamó, en una deriva que parece destinada a poner fin definitivo a la negociación para ingresar en el club.

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