El ministro de Fomento pide prudencia ante la operación a la plantilla de Opel
El anuncio de la compra de Opel por PSA-Peugeot se hará oficial el lunes
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha enviado hoy un mensaje de tranquilidad a los trabajadores de Opel en España ante las negociaciones sobre la compra de la filial europea de General Motors, Opel/Vauxhall, por PSA Peugeot Citroen.
De la Serna ha pedido también prudencia porque se trata de un proyecto que todavía no ha sido anunciado oficialmente y del que aún no se conocen los detalles. Y ha asegurado que el Gobierno estará “permanentemente” pendiente de la marcha de esas negociaciones.
El ministro ha dicho que el titular de Economía, Luis de Guindos, ha lanzado ya un mensaje tranquilizador a los empleados españoles de Opel, que él ha querido reafirmar por la importancia del grupo automovilístico en España y de las tres fábricas que tiene en el país, que “están demostrando una alta competitividad”.
En declaraciones a los periodistas en Santander, ha destacado que el presidente de la marcha francesa ha dicho que los trabajadores pueden estar tranquilos, en relación a la fábrica de Zaragoza.
Además de esta planta, Opel tiene fábricas en Vigo y en Villaverde, en Madrid, cuyo “buen funcionamiento” ha destacado el ministro.
Anuncio oficial, el lunes
PSA Peugeot Citroen y General Motors (GM) comunicarán de forma conjunta el lunes 6 por la mañana en la capital francesa el acuerdo alcanzado para la compra de la filial europea de fabricante estadounidense, Opel/Vauxhall, tras varias semanas de negociaciones, según informaron hoy ambas empresas en un comunicado.
El anuncio se hará en la sede de PSA Peugeot Citroen en París a las 9.15 horas (8.15 GMT) con la celebración de una rueda de prensa conjunta, informaron hoy ambos fabricantes automovilísticos.
Aunque ninguna de las dos empresas lo quiso confirmar, varios medios de comunicación indicaron ayer por la tarde que el consejo de vigilancia de PSA había dado ya el visto bueno a la adquisición de Opel/Vauxhall.
Las conversaciones entre las dos partes para la adquisición se hicieron públicas el pasado día 14 de febrero, después de producirse filtraciones a la prensa. Desde entonces, el presidente de PSA, Carlos Tavares, se ha reunido con los máximos responsables de los Gobiernos francés, alemán y británico, así como con los sindicatos de esos tres países.
La unión de los dos grupos hubiese permitido unas ventas totales de 4,3 millones de coches en 2016, y el objetivo es superar los cinco millones en menos de cinco años. PSA pretende, gracias a la absorción de Opel/Vauxhall -que podría salir así del mercado europeo-, obtener unos ahorros de entre 1.500 y 2.000 millones de euros en sinergias.
Tras varios años de crisis en los que tuvo que ser rescatada parcialmente por el Estado francés y por el grupo chino Dongfeng -que entraron en el capital con una participación equivalente a la de la familia fundadora, Peugeot, PSA presenta una buena salud financiera y en 2016 tuvo 1.730 millones de euros de beneficio, lo que significó casi duplicar los 899 millones obtenidos en 2015.
Por su parte, Opel y la marca asociada Vauxhall en el Reino Unido arrastran una situación financiera difícil, con pérdidas en 2016 de 257 millones de dólares (unos 242 millones de euros), resultado menos malo que la pérdida de 813 millones de 2015, pero que en cualquier caso supuso su décimo sexto ejercicio anual en números rojos.