Mercadona elige el largo plazo
Las empresas dan demasiado a menudo prioridad al corto plazo (el próximo trimestre) sobre un horizonte más ambicioso de crecimiento. Esto es así casi siempre por la presión del mercado. Mercadona, el mayor grupo español de distribución y de propiedad familiar, puede permitirse el lujo de pensar de otra manera. Después de batir sus récords de facturación (21.000 millones de euros) y beneficios (635 millones), en ambos casos con aumentos del 4%, la compañía presidida por Juan Roig anunció ayer que en 2017 y 2018 prevé recortar esa cifra de beneficios hasta los 200 millones para enfocarse al “crecimiento futuro”. Eso implicará que la gran prioridad será la reforma de las tiendas, con el objetivo de cuidar al máximo la calidad de la experiencia del cliente.
Mercadona cuenta con 1.614 tiendas, que dan empleo a 79.000 personas. El empleo ha crecido un 5% en el último año, gracias a un intenso ritmo de aperturas y a una cuota de mercado cercana al 23% en España, en vísperas de su primera operación internacional, que es el desembarco en Portugal. Un reto pendiente es el despegue del negocio en internet, para el que la compañía prevé novedades importantes en 2018. “El Mercadona a corto plazo no me preocupa”, dice Roig. Una estrategia de amplio horizonte resulta más inteligente.