Las empresas españolas reclaman seguridad jurídica a Argentina
Las grandes inversiones se van a licitar con colaboración público-privada
¿Cuándo fue la guerra en Argentina? Con esta frase tan ilustrativa definió Javier Iguacel, administrador general de la Dirección Nacional de la Vialidad de la República Argentina, el desolador panorama de las infraestructuras en Argentina. Trenes que circulan a 14 kilómetros por hora, carreteras en mal estado y deficitarias o una red de alcantarillado que solo llega a la mitad de la población son solo tres ejemplos de esa precaria situación y de la necesidad urgente de que el capital extranjero vuelva a Argentina para mejorarlas. Y uno de los países que más tiene que decir en este capítulo es España, tradicionalmente el primer inversor en Argentina y ahora relegado a la segunda posición tras el deterioro de unas relaciones bilaterales que tuvo su punto álgido en la expropiación de YPF a Repsol.
En la jornada Invertir en Argentina, organizada por el diario El País, los máximos ejecutivos de las grandes empresas españolas dejaron clara su intención de regresar si se fueron, de permanecer si no lo hicieron e incluso de ampliar sus inversiones a Argentina, pero siempre con una condición: seguridad jurídica. El que más claro se expresó fue Francisco Reynés, consejero delegado de Abertis, presente en el país desde 1999 y cuya experiencia fue calificada como una singladura difícil. “El cumplimiento de las reglas de juego entre la empresa y el Gobierno es fundamental. Siempre que eso se cumpla, estamos dispuestos a dar a cambio un compromiso de inversiones a largo plazo”, aseguró en una mesa redonda rodeado de altos cargos del nuevo Ejecutivo de Macri. En su opinión, la primera barrera que hay que vencer con la pedagogía en Argentina es que o se paga por usar las infraestructuras o se paga con impuestos. “La población tampoco entiende que la colaboración público privada evita una inversión publica. Pero eso debe ser a cambio de una adecuada retribución del capital privado. Y esta administración lo ha entendido”, recalcó.
En esa misma línea, el presidente de BBVA, Francisco González, subrayó el cambio que se ha producido en su compañía respecto al país ahora presidido por Mauricio Macri. “Hemos cambiado nuestra concepción sobre Argentina y queremos ir adelante. Estamos dispuestos a invertir. Vamos a inaugurar un edificio muy importante en el barrio de las Catalinas con una inversión de 250 millones de dólares”, reveló durante su intervención. En su opinión, el nivel de confianza respecto al nuevo Gobierno es muy elevado, pero admitió que llevará un tiempo elevado poder hacer todos los cambios que maneja. “El destrozo es muy grande y hace falta tiempo para repararlo”, recalcó.
José Cabello, director general de España y Latinoamérica de Indra, recalcó la mejora del clima económico y la estabilización que está contribuyendo a su desarrollo. “Queremos seguir apostando por Argentina”, subrayó el directivo de la compañía tecnológica, que cuenta con 1.000 empleados en el país, la mayoría ingenieros. Cabello resaltó que la estrategia de la compañía respecto a Argentina está centrada en dos flancos. El primero es impulsarla como plataforma de exportación a otros países de la zona. “El 30% del negocio y el 35% del empleo de Indra está en Latinoamérica”, subrayó. El segundo pasa por participar en las más de 100 licitaciones previstas hasta 2019 en el plan de infraestructuras de transporte, que contará con un presupuesto de 33.000 millones de dólares (31.105 millones de euros).
Las preocupaciones de las empresas se centran en que los planes inversores del nuevo Ejecutivo de Macri se van a licitar todos a través de planes de colaboración público-privada. “Esta decisión fue aprobada por dos tercios de cada una de las cámaras y supone una oportunidad muy importante porque no teníamos este régimen”, subraya Francisco Cabrera, ministro de Producción de Argentina. En su opinión, el nuevo equilibrio de fuerzas se resume en que el privado llegará a todo lo que pueda hacer y el publico se debe centrar en temas sociales, donde los privados no pueden llegar. “La ley se inspiró en Chile, Colombia o Perú o España, hemos aprendido de éxitos y errores”, dijo.
“Donald Trump tiene buen olfato y es pragmático”
El actual presidente de Argentina trató a Donald Trump cuando era un empresario. Ahora que este último ha llegado a la Casa Blanca, Macri se ha convertido en un testigo de primera línea para valorar cómo es y cómo puede afectar su llegada. “Tuve la suerte de tratar con él cuando yo tenía 24 años. Es un personaje muy convencido de sus cosas, pero hay que darle tiempo. Tiene buen olfato y es pragmático, creo que va a actuar en función de lo que él vea posible”, subrayó en conversación con el presidente ejecutivo de Prisa, Juan Luis Cebrián. Las primeras decisiones de Trump, según Macri, responden a que hay mucha preocupación sobre el futuro del empleo. “Y eso lleva a miedos y a que se tomen medidas extremas. Trump se siente como el país rico del que todos se aprovechan”.
“La UE debe ser referente de la libertad comercial”
El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, recalcó la mejora de la presencia de Argentina en el mundo. “El nuevo gobierno ha tomado las medidas correctas de política económica y vamos a ver como este año 2017 va a haber un crecimiento del 3%, que va a ser la primera señal de que las medidas dan su fruto”, dijo.
Frente al discurso proteccionista de EEUU, Guindos destacó que la Unión Europea tiene una importante oportunidad para impulsar las negociaciones para liberalizar sus intercambios con los cuatros países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay). “La UE debe ser un referente de la libertad comercial”, remarcó. Francisco Cabrera, ministro de Producción de Argentina, se mostró esperanzado en que el tratado de liberalización de los intercambios esté cerrado a finales de 2017.
“Necesitamos 70.000 kilómetros de cañerías”
“Vamos a poner en marcha un plan nacional del Agua, dotado con 10.00 millones de dólares”. El anuncio de Pablo Bereciartua, subsecretario de recursos hídricos del Ministerio de Interior, Obras Públicas y Vivienda de Argentina, refleja las carencias de un sistema en el que un tercio de la población no tiene acceso a agua potable o la mitad no dispone de alcantarillado. “Necesitamos 70.000 kilómetros de cañerías para que toda la gente tenga agua potable y saneamiento”, remarcó. Gran parte de los contratos se harán también a través de colaboración público-privada.
Otra área con grandes posibilidades para las empresas españolas es el de las energías renovables, en el que las autoridades argentinas se han marcado como objetivo duplicar la actual capacidad instalada, cifrada en 10.000 megavatios.