Las recetas de Pimco para invertir este año en deuda
Bonos ligados a la inflación y deuda corporativa de bancos, incluidos españoles, son sus apuestas. La gestora renuncia a la deuda soberana de la zona euro por el riesgo político.
El entorno actual de inversión es de máxima incertidumbre, hasta el punto de que la mayor gestora de renta fija del mundo considera que el mercado se está adentrando en lo desconocido. Pimco, reconocida por su poderosa influencia en el mercado, advierte ahora de la importancia de proteger la cartera de renta fija del repunte de la inflación y adecuar la inversión a un entorno de transición, en el que la era de los estímulos de los bancos centrales está dando paso a una nueva etapa de estímulos fiscales, con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca como ejemplo más evidente.
"Los bancos centrales lo han comprado todo y han favorecido la gestión pasiva pero ahora estamos en un momento de transición. Los inversores deben proteger su cartera de la inflación y buscar rentabilidad real y comprar activos por valores fundamentales, no por las expectativas alrededor de los bancos centrales", ha resumido hoy en una presentación a los medios Mark Seidner, jefe de estrategias alternativas de Pimco.
Bajo esta premisa, Pimco insiste en la selección de valores y en una apuesta por los bonos del tesoro estadounidense ligados a la inflación, rechazando los plazos más largos, y por los bonos corporativos de las entidades financieras, incluidos bancos españoles que la gestora no ha querido detallar. En la deuda soberana de la zona euro, Pimco ve demasiado riesgo político y aconseja prudencia y esperar a que se despejen las incógnitas que plantean las numerosas citas electorales.
Contexto económico: Crecimiento económico en Estados Unidos
Pimco presenta una visión moderadamente optimista sobre la economía estadounidense, aunque avisa de los riesgos que puede traer la presidencia de Donald Trump. "El mercado está ignorando completamente la parte negativa de sus propuestas", reconoce Joachim Fels, asesor económico global de Pimco y quien fuera economista jefe de Morgan Stanley hasta 2015. Fels señala como aspectos positivos para la economía estadounidense la rebaja de impuestos, el impulso a las infraestructuras y la desregulación financiera que promete Trump, si bien no serán medidas de aplicación inmediata. "El Congreso se mueve muy despacio, llevará tiempo", añade.
Y en el lado negativo avisa del proteccionismo y del riesgo de una guerra comercial, apuntando además que en materia de comercio Trump sí tiene competencias y no requeriría necesariamente la aprobación del Congreso, aun así de mayoría republicana. En las previsiones de Pimco, el efecto de los estímulos fiscales llegaría ya en 2018 y 2019, con una economía casi en pleno empleo. "El riesgo está en que se recaliente la economía y el impacto sea mayor sobre la inflación que sobre el crecimiento", señala Pels. Su escenario base no es la entrada en recesión económica pero sí recuerda que las anteriores recesiones llegaron por su sobrecalentamiento de precios. Trump deberá por tanto romper con la oscura tradición por la que todas las recesiones de la economía de EE UU desde la Segunda Guerra Mundial han coincidido con gobiernos republicanos.
El papel de la Fed y su convivencia con Trump
Pimco prevé para este año entre dos y tres alzas de tipos en Estados Unidos, en línea con lo que ya ha adelantado la Reserva Federal. Las novedades en política monetaria podrían llegar en 2018, con la decisión de la Fed de estabilizar su balance y dejar de reinvertir los vencimientos de deuda. "Irá reduciendo balance con mucho ciudado", afirma Pels, que prevé ya alzas de tipos más suaves en 2018.
Pimco descarta además que Trump vaya a ser una amenaza para la independencia de la Fed y estima que el presidente estadounidense no influirá más en su banco central que tantos otros presidentes estadounidenses, incluido Obama.
Las apuestas de inversión
Partiendo de este escenario macroeconómico, Pimco mantiene una modesta exposición en deuda soberana estadounidense, vista la reciente corrección en los tipos de interés. Mark Seidner considera el 2,5% para el bono a diez años un nivel de valoración razonable y el 3% un punto de inversión atractivo. "Somos escépticos en los plazos más largos, tienen mayor riesgo de inflación", añade.
Las expectativas de inflación inclinan a Pimco hacia los bonos estadounidenses ligados a la inflación, al tiempo que también ve atractivo en los bonos a tipo flotante. En deuda corporativa, la principal apuesta son los bonos de titulización hipotecaria y la deuda corporativa bancaria, con interés en los bancos españoles, suizos y británicos.
Su cartera de renta fija incluye también la deuda soberana y corporativa emergente, con países especialmente interesantes como Brasil.
El riesgo de la deuda soberana europea
Pimco huye por el momento de la deuda soberana europea. "Somos muy prudentes en deuda soberana europea. El riesgo político es para nosotros muy difícil de analizar", explica Seidner. "El mercado se va a mover entre en miedo y el alivio. Vendrán oportunidades pero es mejor ser pacientes", añade Pels.
España, "historia de éxito y fundamentales positivos"
Pimco destaca las reformas estructurales emprendidas por España, como la laboral y el rescate de la banca, en contraste con otros países como Italia, donde aún está pendiente el saneamiento del sistema financiero. "España es una historia de éxito en los últimos años. Hay desafíos, como el déficit y el desempleo, pero los fundamentales en general son positivos", defiende Seidner.
Para Pels, España es ejemplo de las reformas que el BCE espera ver en otros países de la zona euro. "El BCE está cada vez más frustrado con los gobiernos, quiere ganar tiempo. Su política de estímulos está exhausta", explica. Y prevé que a partir de septiembre vaya preparando al mercado para una reducción de sus compras de deuda.