“La banca de Europa y de EE UU ya supera los requisitos de capital”
Asegura que Basilea III está “cerca de cerrarse”, pero hay que esperar a lo que decida Trump
Jaime Caruana es, junto a Fernando Restoy, el español con el cargo internacional más relevante en las finanzas mundiales. Fue gobernador del Banco de España desde el año 2000 hasta 2006. Y desde 2009 es el responsable del Banco de Pagos Internacionales (BIS), conocido como el banco de los bancos centrales del mundo, cargo que tendrá que dejar en el tercer trimestre del año. Pese a ser uno de los españoles más influyentes, es una persona sencilla, amable, risueña y coqueta. Durante su intervención el viernes en la presentación del Anuario del Euro 2016, aseguró que cuando se prevén “perturbaciones” en la “carretera” por la que se circula, “no es el momento de rebajar los requisitos de capital” que el Banco Central Europeo exige a la banca.
Pregunta. ¿Se logrará por fin y tras varios retrasos aprobar los acuerdos de Basilea III?
Respuesta. Todo el mundo me pregunta sobre ello. Basilea III (propuestas de reforma de regulación bancaria, publicadas a partir del 16 de diciembre de 2010) está muy cerca de cerrarse, pero hay que esperar a tener una idea más clara de lo que piensa la Administración americana, y no se puede decir mucho más,solo que Basilea III estaba ya muy cerca de firmarse (estaba previsto su firma a finales de diciembre y luego en enero). Pese a ello, los requisitos de capital de la banca están ya por encima significativamente de lo que es Basilea, que fija unos requisitos mínimos. En EE UU los bancos ya están muy por encima de estos requisitos, pero hay que esperar. Lo que queda por cerrar no es mucho, y ya se decidió de antemano que no se iban a subir más los requisitos de capital, ya se aceptó que la banca no necesitaría más capital, lo que queda es perfeccionar los mecanismos. Normalmente se debería cerrar. Además, Basilea no es un conjunto de acuerdos internacionales, sino que son los propios supervisores de cada país los que se reúnen y deciden, y luego implementan los pactos en sus normativas particulares tras periodos de consulta en sus países. Es lo que hace EE UU y lo que hace Europa, y es lo que hacen todos los países.
P. ¿Se puede cerrar antes del verano este acuerdo del que está pendiente toda la banca, sobre todo desde que Donald Trump anunció la revisión de las normas bancarias en EE UU para su desregularización?
“Cuando deje mi cargo volveré a España y reflexionaré mucho”
Jaime Caruana dejará su cargo en el último trimestre de este año tras agotar su mandato. Su nombre ha sonado para varios puestos, entre ellos, como vicepresidente del BCE. Pero él es tajante. “Termino mi periodo en el último trimestre de este año y mi intención es volver a España y reflexionar por muchos meses”. No se pronuncia sobre la conveniencia o no de crear un banco malo en Europa, como ha propuesto la Autoridad Bancaria Europea (EBA). Le obsesiona el deterioro de la productividad, y proporciona alguna receta para su mejora, aunque matiza que depende de cada país: “En mi opinión, y con carácter general, hay que tratar de evitar las burbujas de crédito, hay que limpiar balances y, por último, facilitar la reasignación de recursos, lo que implica que los recursos que se han designado a la construcción tienen que ahora moverse a otros sectores. Para ello, la economía tiene que ser flexible y tiene que facilitar la reeducación de las personas que estaban en un sector para que puedan movilizarse a otro sector. Así, para nosotros el limpiar balances, el reparar la economía y educar son los tres elementos. Sobre eso se pueden diseñar muchas reformas. El Fondo Monetario Internacional ha sacado ahora una serie de medidas con las que yo me siento muy alineado”. Confía en una rápida unión bancaria. “Creo que ha mejorado muchísimo, y que vamos bastante rápido. Es bastante positivo. Nos falta el Sistema de Garantía de Depósitos Único, nos faltan cosas que a mí me gustaría ver, pero hay que tener una perspectiva a largo plazo. En EE UU le costó muchos años”.
R. El cierre de Basilea III está cerca, pero no me atrevo a dar fechas. Soy moderadamente optimista.
P ¿Qué opina de la relajación normativa de Trump en la banca?
R. No ha relajado nada. No lo sabemos. No me atrevo a juzgar lo que van a hacer porque realmente no lo sabemos. Las señales han sido de antirregulación, pero hay que tener en cuenta que más parece una moderación de la regulación, pero las medidas en revisión, que son las normas de la ley Dodd-Frank, son mucho más complejas que las de Basilea. Tiene muchas normas adicionales. No sabemos qué es lo que quieren moderar en la regulación Dodd-Frank. Tenemos que hablar con ellos, y lo haremos en las próximas semanas. En unas semanas podremos aportar mayor claridad.
P ¿Tiene una visión pesimista del futuro?
R. No. Los riesgos importantes son más de carácter internacional o afectan a muchos países, como es el tema de la productividad, al que aún se está buscando la causa. O como es el asunto del crecimiento de la deuda, menos en España, Reino Unidos y Estados Unidos, que han reducido su deuda en el sector privado, aunque han incrementado la pública, pero en su conjunto el mundo está endeudado. Y aunque los bancos han mejorado sus ratios y son más solventes, conviene no bajar la guardia, hay que reforzar la resiliencia a nivel de país y empresa, la mejor respuesta es mejorar la resistencia. Hay riesgos geopolíticos importantes. Son riesgos externos que no los podemos controlar, por eso hay que mejorar la resiliencia antes de enfrentarnos a esos riesgos.
P. ¿Aumentarán los riesgos si el BCE mantiene mucho más tiempo su política de bajos tipos de interés?
R. Es algo que el BIS ha analizado. Ya llevan cierto tiempo, y eso lleva a buscar más riesgo por parte de las entidades financieras. Afecta a los balances de los bancos y a sus cuentas de resultados, que son importantes para la intermediación. Hay toda una serie de efectos que son importantes que deben tenerse en cuenta. Cuando decimos que hay factores financieros que son importantes y que hay que tener en cuenta, de alguna manera estamos queriendo decir eso. Esto no significa que no haya que tener una política monetaria acomodaticia. Hay que tenerla. Lo que falta son las otras políticas. Lo que falta es que las reformas estructurales continúen. De manera que este tiempo que se gana con políticas monetarias sirva realmente para hacer políticas de reformas, que son las que verdaderamente tienen que hacer que crezca la economía. Solo creceremos de una manera sostenible si mejora la productividad y eso se consigue con reformas estructurales.
P. ¿Entiendo que ya toca subir los tipos de interés?
R. El proceso de normalización ya ha empezado en EE UU y es un proceso que debe seguir su curso con gradualidad, con cuidado... Pero ha empezado, y creo que es importante que siga su curso, pero en función de cómo esté evolucionando la economía global. Nosotros siempre hemos sido partidarios de la normalización de tipos, y ahora ha empezado y debe continuar. Ahora se nos presentan riesgos en la otra dirección. Si hay medidas proteccionistas se crea un entorno muy favorable a que las expectativas de inflación aumenten, y eso haría que la evolución de tipos fuese más rápido de lo que a lo mejor se necesita en la economía global.
P. En su intervención en la presentación del anuario del ICO añadió que el proteccionismo es un riesgo que va más allá del euro.
R. Es cierto que sorpresas como el brexit y demás complican la vida de la zona, pero son riesgos que van por encima del euro y son difíciles de gestionar porque son decisiones exógenas y hacen más necesario tener una mayor resistencia, resiliencia, tanto en las economías como a nivel de las empresas.
p. ¿Considera que se están formando burbujas en algunos países?
R. No, no veo burbujas, lo que sí veo es un aumento notable de la deuda, y simplificando mucho, deuda que no ha ido a inversiones productivas, sino a revalorizar algunos activos existentes. Si es burbuja o no es burbuja, desde luego las valoraciones con carácter general de los activos financieros se han elevado y eso apunta a un cierto cuidado.
P ¿Puede volver a repetirse una burbuja inmobiliaria en España?
R. No, ni tampoco en EE UU. Eso siempre es difícil de analizar. En otros países sí que están creciendo los inmuebles de una forma notable. Lo que ha pasado en España está ocurriendo en otros países, aunque sea de otra manera, pero estos efectos de crecimiento del crédito que apoya las valoraciones de activos inmuebles o financieros están sucediendo.