Silicon Valley, muy crítica contra el bloqueo migratorio de Trump
El CEO de Faceboook, preocupado por las órdenes ejecutivas firmadas por Trump
La relación entre los gigantes tecnológicos estadounidense y Donald Trump se tensan de nuevo. Aunque estas compañías han tratado de tender puentes en las últimas semanas con el presidente de EE UU tras una campaña en la que casi todas habían mostrado su apoyo a Hillary Clinton, el veto migratorio impuesto por Trump ha desatado fuertes críticas hacia el político.
Uno de los primeros en levantar la voz fue Mark Zuckerberg, el creador de Facebook, quien mostró su preocupación por las órdenes ejecutivas firmadas por el presidente de EEUU en materia migratoria, y recordó que ese país “es una nación de inmigrantes”. “Mis bisabuelos llegaron desde Alemania, Austria y Polonia. Los padres de Priscilla [su esposa] fueron refugiados provenientes de China y Vietnam. EE UU es una nación de inmigrantes, y deberíamos estar orgullosos de ello”, escribió Zuckerberg en su perfil oficial de la red social.
No fue el único. El consejero delegado de Google, Sundar Pichai, nacido en la India, envió el viernes un correo electrónico a los empleados de su compañía donde les advertía que la empresa está “enfadada” con el impacto de esta orden y “con cualquier otra propuesta que pueda imponer restricciones a los Googlers y sus familias, o que pueda crear barreras para traer talento a EE UU”. Y hay más ejecutivo del buscador que han reaccionado a la nueva orden de Trump. El cofundador de Google, Sergey Brin, nacido en Moscú, acudió al aeropuerto de San Francisco para manifestarse como un ciudadano más. “Estoy aquí porque soy un refugiado más”, dijo.
Se calcula que la medida adoptada por el nuevo ejecutivo estadounidense afectará a unos 200 trabajadores del gigante tecnológico procedentes de los siete países que se ven afectados por la orden. Un hecho que llevó a Pichai a apuntar que "es doloroso ver el coste personal que esta orden tiene en nuestros colegas”.
“Necesitamos que el país sea seguro, pero deberíamos hacerlo centrándonos en la gente que realmente supone una amenaza”, apunta Zuckerberg
Las críticas e incertidumbre desatas entre las empresas tecnológicas no sorprende, pues esta industria en EE UU se ha nutrido desde siempre de muchos inmigrantes. Basta visitar las sedes de Google, Facebook o Microsoft, entre otras, para comprobarlo. Además, como apuntaban ayer algunas personas ayer a través de Twitter el 51% de las startups con base en EE UU valoradas en 1.000 millones o más, fueron puestas en marcha por inmigrantes. En esta misma línea, Tim Cook, presidente de Apple, recordó que la compañía de la manzana, la de mayor valor por capitalización del mundo, no existiría si no fuera por los inmigrantes.
Entre las voces que también se alzaron en las últimas horas está la del consejero delegado de Netflix, Reed Hastings, quien en su perfil de Facebook fue muy directo: "Las acciones de Trump están perjudicando a los empleados de Netflix en todo el mundo y son tan antiamericanas que nos duelen a todos. Estos actos harán de América un lugar menos seguro, en lugar de lo contrario".
El presidente de EE UU defendió que el veto migratorio impuesto pretendía proteger al país de la entrada de terroristas extranjeros. “Necesitamos que el país sea seguro, pero deberíamos hacerlo centrándonos en la gente que realmente supone una amenaza”, apuntó Zuckerberg, quien considera que expandir ese veto a personas inocentes “haría que todos los estadounidenses estén menos seguros al desviar recursos” y provocaría que millones de indocumentados “vivan con miedo a ser deportados”.
A los altos ejecutivos citados, se sumaron también el fundador de Tesla, Elon Musk; Satya Nadella, consejero delegado de Microsoft; también inmigrante de origen indio; el consejero delegado de Uber, Travis Kalanick, y Brian Chesky, su homólogo en Airbnb. Todos dieron su apoyo a los inmigrantes. Nadella incluso comprometió su apoyo financiero y legal a aquellos empleados de Microsoft que puedan verse salpicados por la medida. Unos 76, según los medios estadounidenses.
Aunque el equipo de Trump no reveló el contenido detallado de la polémica medida, algunos medios estadounidenses adelantaron que incluye la suspensión de la entrada de todos los refugiados al país durante 120 días y la de refugiados sirios indefinidamente. Además, suspende la emisión de visados para personas procedentes de Irán, Siria, Irak, Somalia, Sudán, Yemen y Libia hasta que se establezcan medidas de “escrutinio extremo” para que no entren terroristas de estas naciones, todas de mayoría musulmana.
En su misiva, Zuckerberg se mostró esperanzado por las palabras del presidente sobre los “dreamers” (“soñadores“), jóvenes indocumentados que llegaron al país siendo niños, para los que prometió trabajar en una solución a su situación. Y recalcó las palabras del mandatario en las que subrayó que el país debe seguir beneficiándose de extranjeros “con gran talento”. “Hace unos años, di una clase en una escuela secundaria y algunos de mis mejores estudiantes eran indocumentados. Ellos son nuestro futuro también”, concluyó.
Ayer mucha gente en Twitter le mandaba un mensaje a Trump. Le recordaban con una vieja imagen de Steve Jobs, que el padre del fundador de Apple era sirio (su padre biológico era Abdul Fattah Jandali y fue emigrante en EE UU) y cómo una medida de este tipo puede tener consecuencias desastrosas. Más, si como temen en el sector tecnológico se acaba también poniendo trabas a la llegada de recién licenciados con visados J1.