Fondos de renta fija aún atractivos
El cambio de tendencia en el mercado de bonos obliga a extremar la prudencia
Muchos llevamos tiempo avisando. Tal vez demasiado. Pero parece que esta vez sí, el ciclo alcista del mercado de bonos ha llegado a su fin. Ya hemos asistido a subidas relevantes de los tipos de interés que han originado caídas notables en el precio de los bonos de los emisores con mejor calidad crediticia, así como de los gobiernos de EE UU y Alemania, pero creemos que, esta vez, esta tendencia continuará.
El mes pasado asistimos a la primera subida de tipos de interés de referencia de la Reserva Federal en un año y la segunda en los últimos 8 años. También hemos visto que el BCE anunciaba que extendía el vencimiento de su programa de compras de activos desde el mes de abril hasta diciembre de 2017, pero comprando desde abril un importe mensual menor de lo que venía haciendo. El BCE está siguiendo casi al pie de la letra la política monetaria de la FED, pero dos años más tarde.
No creemos que las políticas monetarias vayan a ser ni mucho menos restrictivas en un futuro próximo y lo que estamos viviendo es solo el inicio del proceso de normalización. Si bien, dicho proceso implica un endurecimiento de las condiciones monetarias, éstas no serán ni mucho menos restrictivas en los próximos ejercicios ni en EE UU, ni mucho menos, en Europa.
Somos por tanto pesimistas sobre la evolución de los principales mercados de bonos, pero con dos consideraciones importantes:
En primer lugar, hay que tener en cuenta que las fuerzas deflacionistas estructurales, como el exceso de deuda en el planeta, la globalización, innovación tecnológica, cambios en el patrón de consumo y factores demográficos, no desaparecen de un día para otro. Somos solo moderadamente pesimistas sobre la evolución de los tipos de interés.
En segundo lugar, creemos que existen oportunidades interesantes de inversión más allá del bono alemán o estadounidense, pero debemos tener una estrategia bien definida y posiblemente, en 2017 vuelva a ser especialmente importante evitar que lo árboles no nos dejen ver el bosque.
Ya no hay riesgo de deflación, por lo que probablemente debamos gestionar de ahora en adelante el riesgo de inflación, aunque ni mucho menos creemos que haya que vender todos los bonos de las carteras.
En este contexto sin duda complicado para la renta fija, pensamos que funcionarán bien dos tipos de estrategias, fácilmente implementables por cualquier inversor a través de fondos de inversión.
Por un lado, nos gustan los fondos de bonos con vencimiento fijo. Se trata de carteras de bonos comprados con la intención de mantenerlos en cartera hasta vencimiento. De esa forma, siempre que no haya impagos, tenemos visibilidad sobre la rentabilidad que obtendremos a vencimiento. Así, a vencimiento, reducimos el riesgo crediticio y es una inversión con menor riesgo de liquidez a la vez que el riesgo de duración se va reduciendo según pasa el tiempo, cosa que no ocurre en fondos equivalentes gestionados de forma activa.
Dos ejemplos de fondos de renta fija con vencimiento fijo son La Francaise Endement 2022 y Morgan Stanley Buy&Hold 2020.
Por otro lado, nos gustan los fondos de renta fija con gestión flexible. Ni mucho menos veremos un mercado tendencial fácil de gestionar en renta fija y por eso, creemos que será de gran importancia hacer una gestión flexible entre las diferentes posibilidades de inversión que ofrece el mundo de la renta fija. No existe rentabilidad sin riesgo y con este tipo de fondos, reducimos el riesgo de mercado en la clase de activo renta fija, a cambio de incrementar el riesgo gestor. Dicho en otras palabras, el éxito de nuestra inversión no dependerá tanto de que el mercado de renta fija suba, sino de que el gestor que hayamos seleccionado acierte.
En esta categoría, dos de nuestras opciones elegidas son EDR Bond Allocation y Jupiter Dynamic Bond.
El mundo no puede haber cambiado tanto en unas pocas semanas, ni siquiera con el Sr. Trump de presidente de los EE.UU. y quizás las expectativas de inflación y de subidas de tipos hayan sido demasiado rápidas y en el corto plazo, demasiado intensas.
En conclusión, a la vez que recomendamos cautela en renta fija, recomendamos cautela a la hora de vender la renta fija que se tenga en cartera. Toda cartera debe tener algo de renta fija, en la que además, hay tantos activos diferentes, que siempre hay oportunidades de inversión en alguno de ellos.
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