Apple elevará su producción en EE UU en plena era Trump
Planea configurar y ensamblar servidores para sus centros de datos en sus instalaciones de Mesa (Arizona), no fabricar productos de consumo.
Algunas de las grandes compañías de EEUU han empezado a moverse para impulsar la producción en el territorio nacional tras las peticiones y advertencias planteadas por el presidente electo, Donald Trump. Una de ellas ha sido Apple, cuyo consejero delegado, Tim Cook, se reunió en diciembre –junto a otros altos directivos de la industria tecnológica estadounidense– con el propio Trump, quien anteriormente había criticado a la compañía de la manzana por fabricar la mayor parte de sus dispositivos en el extranjero, sobre todo en China. “Vamos a hacer que Apple fabrique aquí sus malditos ordenadores y cosas en este país, en lugar de en otros”.
Según ha publicado la prensa estadounidense, Apple ha presentado una petición oficial para ampliar la producción en sus instalaciones de Mesa (Arizona), según consta en un documento público presentado ante la Oficina de Desarrollo Económico de la ciudad. En principio, la intención de la empresa no es fabricar allí dispositivos de consumo (como sus iPhones o sus iPads) sino ensamblar servidores para sus centros de datos (entre ellos los de Oregón y Carolina del Norte), que les permiten ofrecer servicios en la nube como iTunes o iCloud.
Apple habría aclarado a Techcrunch que su intención no es fabricar productos allí, sino convertir Mesa en un centro donde recibirían y configurarían servidores y los integrarían en bastidores antes de su distribución a los distintos centros de datos. La compañía, que ya tiene autorización para fabricar componentes para equipos electrónicos en sus instalaciones de Arizona, prevé importar distintos materiales para su posterior uso en la citada planta norteamericana.
Aunque la noticia llega en plena era Trump, en 2013 Apple ya anunció su intención de empezar a fabricar en la planta de Mesa, dentro de unos planes que contemplaban la contratación de cerca de 2.000 trabajadores. En 2015, la compañía señaló que invertiría en torno a 2.000 millones de dólares (unos 1.890 millones de euros) para convertir esta planta, de más de 100.000 metros cuadrados, en uno de sus centros globales.
El único producto de consumo que la Apple ha ensamblado en EEUU es el Mac Pro (en una planta de Austin, Texas). Una política, común a otras compañías de hardware estadounidenses, que no extraña a los analistas del mercado, pues la mano de obra es más cara en EEUU que en países asiáticos como China, donde se fabrican la mayoría de ordenadores y móviles del mundo.
El movimiento de Apple se suma al ya dado por Ford, Toyota y Fiat, que han anunciado que aumentarán su producción en EEUU. También el consejero delegado del gigante chino de internet Alibaba, Jack Ma, busca mantener una buena relación con la administración estadounidense entrante para impulsar su negocio. Ma, que mantuvo este lunes una reunión con Trump, defiende que su compañía puede generar un millón de empleos en EEUU en los próximos cinco años facilitando las ventas de productos estadounidenses en China. Ambos interlocutores discutieron sobre el apoyo a las pymes, especialmente en el Medio Oeste. En este sentido, Ma indicó que los granjeros y pequeños negocios textiles podrían acceder al mercado chino directamente a través de Alibaba.